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Un estudio masivo refuerza la relación entre seguir una dieta respetuosa con el planeta y una menor mortalidad

La Dieta de Salud Planetaria promueve un consumo ambientalmente sostenible, basado, entre otras cosas, en aumentar la ingesta de vegetales y reducir la de productos lácteos y carnes rojas. Estudios anteriores habían encontrado una asociación con una mejor salud humana, aunque había algún resultado contradictorio. Ahora, un estudio que reúne dos cohortes con más de 150.000 personas y un metaanálisis de 37 trabajos con más de tres millones de voluntarios refuerza esta asociación, al encontrar que un mayor seguimiento de la dieta se relaciona con una menor mortalidad por todas las causas. Los resultados se publican en la revista Science Advances 

05/09/2025 - 20:00 CEST
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Mercedes Sotos-Prieto - dieta salud planetaria

Mercedes Sotos-Prieto

Epidemióloga nutricional en el CIBERESP y el IMDEA Alimentaciónprofesora titular en la Universidad Autónoma de Madrid y profesora asistente adjunta en la Escuela de Salud Pública de Harvard

Science Media Centre España

Este estudio presenta un diseño metodológico sólido en estudios observacionales. Se basa en dos grandes cohortes prospectivas, NHANES en EE.UU. y UK Biobank en Reino Unido que incluye un tamaño de muestra elevado con más de 168.000 personas. Además, han completado el estudio con un metaanálisis de 37 estudios previos que suman más de 3 millones de participantes. Han tenido en cuenta las principales variables confusoras, es decir, que podrían distorsionar la asociación real, y han realizado análisis de sensibilidad para confirmar la consistencia de los hallazgos. Además, se ha incorporado una evaluación del impacto ambiental de la dieta, lo que añade una dimensión interesante en el contexto actual. 

Confirma resultados previos llevados a cabo en diversas cohortes poblacionales sobre los beneficios de una dieta de salud planetaria. Esta dieta se caracteriza por, además de estar basada en alimentos de origen vegetal de calidad, tener en cuenta en su definición los límites de consumo de alimentos que están relacionados con la salud de las personas y la salud de planeta. Los resultados son coherentes con investigaciones previas en distintos países, incluyendo dos estudios llevados a cabo por nuestro grupo de investigación, uno de ellos en España, donde también hemos estudiado cómo se compara esta dieta con la dieta mediterránea a nivel de salud y de impacto medioambiental (ambas comparten características similares en cuanto a estar basada mayormente por un consumo de alimentos vegetales integrales). 

Como todo estudio observacional, este trabajo tiene algunas limitaciones. Por ejemplo, los participantes del UK Biobank tienden a tener estilos de vida más saludables que la población general, lo que puede limitar la generalización de los resultados. También es importante señalar que la dieta se evaluó en un único momento, sin tener en cuenta posibles cambios a lo largo del tiempo. Además, aunque se ajustaron muchos factores, siempre existe la posibilidad de que haya confusión residual. Aunque evalúan el impacto ambiental por la huella de carbono, también hay otros indicadores. Por último, en el metaanálisis se observó cierta heterogeneidad, especialmente en la mortalidad total, debido a diferencias en cómo se midió la dieta y se calcularon los índices de adherencia. 

Las implicaciones de seguir dietas basadas en alimentos de origen vegetal de calidad sabemos que son importantes para la prevención de enfermedades y que pueden ayudar a reducir la carga de enfermedades crónicas y la mortalidad prematura. Además, con la adopción de este patrón estamos ayudando a la salud planetaria al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción de alimentos. 

En España, donde la dieta mediterránea ya forma parte de la cultura alimentaria, la transición hacia este patrón podría ser más sencilla y/o complementaria. De hecho, en nuestro estudio, en población representativa española, vimos que la dieta de salud planetaria tenía beneficios similares a los de la dieta mediterránea, tanto en salud como en sostenibilidad, lo que ayuda a que uno pueda elegir un patrón u otro en función de sus preferencias. Esto ayuda a seguir fomentando políticas alimentarias que integren criterios de salud y medio ambiente que incluyan el consumo de alimentos de origen vegetal, la reducción de carnes rojas y procesadas, ultraprocesados y bebidas azucaradas, y el aumento de legumbres, frutas, verduras, frutos secos y cereales integrales. 

Declara no tener conflicto de interés
ES

Carmen Pérez Rodrigo - dieta salud planetaria

Carmen Pérez Rodrigo

Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, miembro del Grupo Colaborativo para la elaboración de las Guías Alimentarias para la población española de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC)

Science Media Centre España

Los resultados de este interesante estudio están en línea con otras publicaciones, aunque algunos estudios han reportado resultados que no concuerdan. Las observaciones reflejan que las personas que siguen dietas más sostenibles (según el estándar y forma de medición propuesta por la Comisión EAT-Lancet, formada inicialmente por 37 científicos de 16 países, líderes en diversas disciplinas) también se benefician de menor riesgo de mortalidad por todas las causas, en conjunto.  

La mayor fortaleza es que los autores han analizado información de dos bases de datos que incluyen muchos individuos, con una metodología cuidada. Por lo que se refiere al estudio de EE. UU., el estudio NHANES es un estudio transversal que recoge información en ciclos de dos años en una muestra al azar representativa de la población de EE. UU. Cada ciclo, por lo tanto, analiza personas diferentes y muestra la fotografía del momento. Los autores han analizado conjuntamente los datos de las personas que participaron en este estudio entre 1999 y 2018 (de 20 y más años). Los datos del estudio están vinculados con la información del National Death Index (NDI), por lo que han podido analizar qué personas habían fallecido, cuándo y la causa del fallecimiento. En este caso han considerado la información hasta 2019. 

El estudio británico (UKBiobank) es un estudio longitudinal en el que se reclutaron más de 500.000 personas (40 a 69 años) entre 2006 y 2010 a quienes se ha realizado mediciones en tres momentos diferentes. La información está vinculada con datos del Sistema Nacional de Salud (NHS), incluida la fecha y causas de fallecimiento, en su caso. 

Además, han completado la información con un metaanálisis, es decir, un análisis de revisión sistemática y análisis de resumen de los datos de estudios epidemiológicos en los que los autores se plantearon preguntas de investigación similares. 

Sin embargo, es necesario tener en cuenta algunas limitaciones. ¿En qué información sobre los hábitos alimentarios de los participantes se han basado? Por lo que se refiere al estudio NHANES, los autores han considerado la información sobre lo que los participantes consumieron en un día cuando participaron en el estudio, lo que conlleva que son estimaciones no muy precisas (no describen que realizaran ajustes teniendo en cuenta que la ingesta de alimentos varía mucho entre personas y también en cada persona de unos días a otros). Además, describen que la mediana del periodo de seguimiento en este grupo fue de 9,3 años (supone que para la mitad de los participantes este periodo fue interior, pero para la otra mitad el tiempo transcurrido fue mayor a 9,3 años, incluso hasta 18 años). En el análisis no han tenido en cuenta si a lo largo del periodo de seguimiento cambiaron estos hábitos alimentarios. 

Por lo que se refiere al estudio británico, solo consideraron para el análisis los participantes para los que había datos de más de un día de ingesta y consideraron el promedio de los días de ingesta disponibles. Los participantes completaron las mediciones y cuestionarios en tres ocasiones diferentes a lo largo del tiempo. 

Otra limitación que debe tenerse en cuenta al interpretar los resultados está relacionada con la forma de medir el impacto medioambiental del consumo alimentario estimado, puesto que solo se ha basado en la estimación de la emisión de gases de efecto invernadero (GHGe), pero los autores no han considerado otras dimensiones del impacto medioambiental.  

Cada vez es mayor la evidencia científica que respalda el papel de la dieta como posible factor de riesgo o elemento protector para la salud. Sobre esta base científica se puede afirmar que una alimentación saludable debe estar basada en el consumo diario de alimentos de origen vegetal, principalmente frutas y verduras; también legumbres y cereales, sobre todo integrales, junto con cantidades variables de alimentos de otros grupos (huevos, lácteos, pescados, carnes), alternando. Este perfil alimentario coincide con un patrón de consumo que también se asocia con menor impacto medioambiental en cuanto a la emisión de GHGe y otras dimensiones del impacto ambiental. Además, concuerda con el patrón de la dieta mediterránea, cuyos efectos favorables sobre la salud están respaldados por evidencia científica y en diversos estudios también se ha observado un impacto ambiental más favorable en comparación con otros patrones alimentarios.

No declara conflicto de interés
ES

Ordovás - dieta planetaria

José M. Ordovás

Director de Nutrición y Genómica en la Universidad Tufts de Boston (EEUU), miembro de IMDEA-Alimentación (Madrid) y de CIBEROBN (Instituto de Salud Carlos III)

Science Media Centre España

El trabajo es de gran calidad, porque combina dos de las mayores cohortes disponibles —NHANES en EE. UU. y UK Biobank en Reino Unido— con un metaanálisis de más de tres millones de participantes. Esto aporta una solidez poco frecuente en nutrición. Sus conclusiones —que una mayor adherencia a la Planetary Health Diet se asocia con menor mortalidad y menos enfermedades crónicas— son consistentes con la evidencia previa y refuerzan la idea de que lo que es bueno para la salud también lo es para el planeta. 

Entre las limitaciones: son estudios observacionales (no prueban causalidad) y las poblaciones analizadas no representan todos los contextos sociales o culturalesEn España, donde el patrón mediterráneo aún está presente, estos resultados respaldan reducir carnes rojas y procesadas y favorecer frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. La novedad es que estos cambios no solo mejoran la salud, sino que también ayudanmitigar el cambio climático. 

Este estudio masivo confirma que seguir la dieta de salud planetaria reduce el riesgo de morir antes y de padecer enfermedades crónicas. Lo interesante es que, además de mejorar la saludtambién protege el planeta. 

Declara no tener conflicto de interés
ES

Carmen Romero Ferreiro - dieta salud planetaria

Carmen Romero Ferreiro

Doctora en Biología, vicedecana de Investigación en la Universidad Francisco de Vitoria y responsable de Investigación del Grado de Nutrición

Science Media Centre España

Esta investigación analiza la relación entre la dieta planetaria, un patrón alimentario propuesto por la Comisión EAT-Lancet que prioriza alimentos de origen vegetal y limita el consumo de carne roja y lácteos para favorecer la salud y la sostenibilidad, y el riesgo de mortalidad y enfermedades crónicas. Para ello, los autores emplean dos grandes cohortes prospectivas, con más de 160.000 participantes, y complementan los hallazgos con un amplio metaanálisis de 37 estudios. 

Los resultados muestran que una mayor adherencia a la dieta planetaria se asocia con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas y con una reducción en la incidencia de cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes y enfermedades respiratorias. Estos hallazgos refuerzan la evidencia previa sobre los beneficios de este patrón alimentario, que combina la salud individual con la sostenibilidad ambiental. 

El estudio cuenta con una muestra muy amplia, aunque, como ocurre con todos los estudios observacionales, no permite establecer relaciones causales. 

En conjunto, la investigación aporta evidencia sólida que apoya la necesidad de transitar hacia patrones alimentarios más sostenibles, en los que predominen los alimentos de origen vegetal, con claras repercusiones positivas para la salud y el entorno. 

Declara no tener conflicto de interés
ES

Javier Sánchez Perona - dieta salud planetaria

Science Media Centre España

Cada vez existe mayor interés entre la población por el seguimiento de dietas y alimentos saludables que se compaginen bien con el respeto al medioambiente en un escenario de cambio climático. Por esa razón, el desarrollo de estudios que evalúen el impacto de dietas que proporcionen beneficios tanto a la salud como al planeta son muy oportunos. En este sentido, la Dieta de Salud Planetaria (Planetary Health Diet, PHD) es un acercamiento enfocado a mitigar la producción de gases de efecto invernadero asociados con la dieta al tiempo que promueve la salud humana. 

El presente estudio aborda este aspecto desde dos puntos de vista. Por un lado, estudia la asociación de la adherencia a la PHD con el riesgo de mortalidad y de sufrir enfermedades crónicas basándose en dos grandes bases de datos, la de la Encuesta de Salud y Nutrición de Estados Unidos (US NHANES) y el Biobanco del Reino Unido. Por otro lado, realiza un metaanálisis para evaluar en conjunto la asociación entre la PHD y la mortalidad por todas la causas, cáncer y enfermedades cardiovasculares. 

El resultado de ambos acercamientos al problema es que las personas que siguen una dieta más parecida a la PHD tienen menos riesgo de morir por enfermedades crónicas, al tiempo que reduce la emisión de gases de efecto invernadero. Los autores concluyen que se debe promocionar este tipo de dieta para mejorar la salud pública y combatir el cambio climático. 

El abordaje a través de encuestas oficiales tiene la ventaja de que se puede acceder a un tamaño de muestra considerablemente grande. De hecho, entre las dos bases de datos empleadas en el estudio, se accedió a información de casi 170.000 personas. Sin embargo, también tiene sus limitaciones. En primer lugar, las preguntas que se hacen a los encuestados no tienen por qué estar siempre enfocadas al problema o la hipótesis que se plantea. En este estudio, por ejemplo, no se pregunta directamente por la PHD, lo que resta valor a los resultados. Además, es posible que las encuestas no estén actualizadas. Por ejemplo, los datos de la encuesta US NHANES alcanzan solo hasta 2018. En estas encuestas, además, la ingesta dietética se evalúa al inicio, pero puede cambiar durante el período de seguimiento, por lo que las mediciones iniciales podrían no reflejar con precisión los niveles de exposición a lo largo del estudio, lo que podría introducir sesgos. 

Por su parte, el abordaje a través de metaanálisis permite alcanzar tamaños muestras aún mayores, sumando todos los estudios incluidos en el examen. En este caso, son 37 estudios, incluyendo más de 3.000.000 de sujetos participantes. La limitación es que los diseños experimentales son diversos, lo que puede restar homogeneidad a los resultados. Además, tanto, un abordaje como el otro, al tratarse de evaluaciones de tipo observacional no permiten establecer relaciones de causa y efecto. 

En cualquier caso, la combinación de ambos abordajes aporta solidez a los resultados y subraya la importancia de plantear la calidad nutricional y el impacto medioambiental de los alimentos y las dietas en conjunto.  

Declara no tener conflicto de interés
ES

Jesús Francisco García Gavilán - dieta salud planetaria

Jesús Francisco García-Gavilán

Investigador en el grupo de Alimentación, Nutrición, Desarrollo y Salud Mental, departamento de Bioquímica y Biotecnología, Universitat Rovira i Virgili

Science Media Centre España

Este estudio analizó el impacto de la Planetary Health Diet (PHD), un patrón alimentario que busca mejorar la salud y obtener una mayor sostenibilidad medioambiental, sobre el riesgo de mortalidad global, cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes utilizando datos de dos grandes cohortes, una de EEUU y otra del Reino Unido. Para reforzar sus hallazgos, los autores también realizaron un metaanálisis con todos los estudios publicados hasta el momento sobre el tema. 

Los resultados confirman la importancia de la nutrición para disminuir el riesgo de enfermedades crónicas y mortalidad y reflejan un cambio en los hábitos alimentarios: la población más joven tiende a un mayor consumo de carnes rojas y lácteos, con consecuencias potencialmente negativas para su salud, la longevidad y el medio ambiente. 

Más allá de las cifras, el PHD es un patrón que busca combinar armonía y equilibrio. Quienes más se acercan a este tipo de alimentación no solo reducen su riesgo de enfermedad, sino que muestran desde el inicio un perfil de salud más favorable: menor índice de masa corporal, menor prevalencia de hipertensión y diabetes, y un estilo de vida más alineado con la prevención y la salud. 

Curiosamente, a diferencia de otras dietas, en la PHD el consumo de energía no se redujo. Los participantes con mayor PHD consumieron más calorías, pero procedentes de alimentos con mayor densidad nutricional, como legumbres, cereales integrales, frutos secos y vegetales que favorecen una mejor nutrición y un planeta más habitable. 

Entre sus limitaciones, cabe recordar que los datos dietéticos se recogieron únicamente al inicio de los estudios y que las cohortes no siempre son representativas de la población general, lo que exige cierta cautela en la interpretación de los resultados. Aun así, este trabajo aporta más evidencia para insistir en que una dieta equilibrada, variada y rica en nutrientes y alimentos de calidad (no únicamente en carnes rojas y lácteos), no solo disminuye el riesgo de enfermedades crónicas y mortalidad, sino que también protege la salud del planeta y, por lo tanto, la de las futuras generaciones

Declara no tener conflicto de interés
ES
Publicaciones
Planetary Health Diet and risk of mortality and chronic diseases: Results from US NHANES, UK Biobank, and a meta-analysis
    • Artículo de investigación
    • Revisión
    • Revisado por pares
    • Estudio observacional
    • Metaanálisis
Revista
Science Advances
Fecha de publicación
Autores

Wang et al.

Tipo de estudio:
  • Artículo de investigación
  • Revisión
  • Revisado por pares
  • Estudio observacional
  • Metaanálisis
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