Una serie de artículos alerta sobre la amenaza de los alimentos ultraprocesados para la salud pública

Tres artículos con participación española y publicados en la revista The Lancet revisan la evidencia de que los alimentos ultraprocesados están empeorando la calidad de la dieta y desplazan el consumo de alimentos frescos y mínimamente procesados. Además, alertan de que su consumo se relaciona con un mayor riesgo de múltiples enfermedades crónicas. Según los autores, que también revisan las políticas y los determinantes comerciales asociados, solo una respuesta global coordinada puede combatir la estrategia de las empresas que comercializan estos productos. 

19/11/2025 - 00:30 CET
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Esther López-García - ultraprocesados

Esther López-García

Profesora de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, presidenta del Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad (NAOS) y miembro del Grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Epidemiología

Science Media Centre España

¿Qué le parecen los artículos en global? ¿Son de buena calidad?  

“Son tres artículos excelentes, que ponen de manifiesto el papel que han tenido los alimentos ultraprocesados empeorando la dieta de la población a nivel mundial por el desplazamiento de los alimentos frescos. Esto consigue que las dietas sean de peor calidad nutricional, con alto contenido en azúcares, grasas no saludables y bajo contenido en fibra y proteínas, y también que la población se exponga a químicos y aditivos perjudiciales. 

Además, se han evaluado las políticas de salud pública para disminuir el consumo de ultraprocesados. Muchas de estas políticas se asemejan a las que ya se han puesto en marcha en España por parte de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, como son la eliminación de estos productos en los comedores escolares. Finalmente, se indica que la industria alimentaria es la principal responsable del consumo masivo de ultraprocesados y que su producción debe ser regulada”.  

¿Qué implicaciones podrían tener?  

“Pueden ser un espaldarazo a las políticas de salud pública destinadas a reducir el consumo de estos alimentos. Es necesario que mejore la calidad de la dieta porque gran parte de los problemas de salud que vemos en nuestra sociedad son debidos a una dieta no saludable. 

En España, el Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad se reunió el 18 de noviembre para poner en común muchas de las estrategias que se han implantado en nuestro país en el último año para reducir la prevalencia de la obesidad en adultos y niños, que es muy elevada. Algunas de estas estrategias implican reducir la exposición de la población al consumo de ultraprocesados”. 

¿Hay limitaciones importantes que haya que tener en cuenta?  

“La mayoría de la evidencia científica que asocia el consumo de ultraprocesados con multitud de enfermedades crónicas se ha conseguido mediante estudios observacionales, que tienen problemas metodológicos para demostrar que este consumo causa realmente las enfermedades estudiadas, porque no se pueden hacer otro tipo de estudios, como los ensayos clínicos, para demostrar la asociación causa-efecto. Sin embargo, los estudios realizados hasta ahora ya son suficientes para poner en marcha medidas que protejan a la población del consumo de este tipo de alimentos”. 

Declara no tener conflicto de interés
ES

Griffin - UPF

Jules Griffin

Director del Instituto Rowett de la Universidad de Aberdeen (Escocia)

Science Media Centre Reino Unido

El artículo de Monteiro y sus colegas plantea nuevas preocupaciones sobre los alimentos ultraprocesados (AUP), aportando evidencia de una revisión exhaustiva de la literatura, incluyendo estudios de todo el mundo. El metaanálisis, que promedia los resultados de estudios epidemiológicos previos para examinar su concordancia, muestra que una amplia gama de enfermedades crónicas están asociadas con un mayor consumo de alimentos ultraprocesados. A pesar de las diferencias en los diseños de estudio utilizados para analizar los AUP y su amplia distribución geográfica, los resultados demuestran que algunas de las principales enfermedades crónicas que afectan la vida moderna están asociadas con un mayor consumo de este tipo de alimentos.  

Sin embargo, la complicación del análisis radica en que muchos otros factores han cambiado en nuestros sistemas alimentarios a lo largo del tiempo, por lo que la asociación no implica causalidad, como los autores reconocen abiertamente. Los autores también consideran los ensayos controlados aleatorizados, diseñados específicamente para probar la causalidad; este enfoque proporciona evidencia mucho más sólida para investigar si los AUP contribuyen a la mala salud. El problema radica en la escasez de este tipo de ensayos (solo dos), y la principal conclusión que extraigo de la evidencia es la necesidad de realizar más ensayos controlados aleatorizados para confirmar los resultados.  

Además, existe una falta de evidencia sobre los mecanismos que causan y contribuyen a la enfermedad. Los autores analizan si los efectos adversos de los alimentos ultraprocesados se deben al aumento de azúcares libres, grasas saturadas, sal, fibra, grasas trans, acrilamida, disruptores endocrinos, hiperpalatabilidad, alta densidad energética (sin incluir bebidas), alteración de la estructura de los alimentos, textura blanda, bajo contenido de fitoquímicos beneficiosos para la salud y contaminantes tóxicos. Esta es una lista bastante completa de todos los aspectos que nos preocupan actualmente en nutrición. No todos los alimentos ultraprocesados presentan estos problemas; de hecho, sabemos que algunos procesos de elaboración son beneficiosos, como la fortificación del pan con ácido fólico y los esfuerzos actuales de la industria alimentaria en el Reino Unido para reducir la sal, el azúcar y las grasas saturadas en ciertos productos representan el lado positivo del procesamiento de alimentos. 

A pesar de estas reservas en cuanto a la comprensión de los mecanismos por los cuales los alimentos ultraprocesados pueden causar problemas de salud, el mensaje general es que necesitamos urgentemente comprender cómo el procesamiento de alimentos a esta escala influye en nuestra salud y cómo los alimentos ultraprocesados tienen un impacto importante en nuestro riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.

Conflictos de interés: “Soy consultor de Sitryx, una empresa especializada en el diseño de fármacos dirigidos al inmunometabolismo. La empresa investiga fármacos para el síndrome del intestino irritable y la psoriasis. He recibido financiación de la Unión Europea para investigar sustancias químicas disruptoras endocrinas y cuento con una subvención de UK Research and Innovation para estudiar los beneficios para la salud de una dieta basada en pescado. Poseo acciones de GlaxoSmithKline y Haleon plc”. 

ES

Jordan - UPF

Jordan Beaumont

Profesor titular de Alimentación y Nutrición y nutricionista registrado (RNutr) (Salud Pública) de la Universidad de Sheffield Hallam (Reino Unido)

Science Media Centre Reino Unido

Los autores engloban una gran cantidad de conceptos dispares bajo el término 'alimentos ultraprocesados'. El concepto de alimentos 'ultraprocesados', su impacto en nuestra salud y la adopción de la herramienta de clasificación NOVA son muy controvertidos. Existe un fuerte rechazo a estos conceptos por parte de muchos expertos en nutrición, ya que la idea de que el procesamiento de los alimentos sea el culpable de los efectos de la dieta en la salud humana es un enfoque demasiado simplista. Correlacionar simplemente el consumo de estos alimentos con la incidencia de enfermedades no prueba la causalidad. Esto también ignora por completo los matices de la alimentación en el contexto de nuestras vidas en general.  

Los autores dan por sentado que los alimentos 'ultraprocesados' son intrínsecamente poco saludables debido al nivel y la naturaleza de su procesamiento. Existe poca evidencia convincente y de alta calidad que demuestre que los alimentos 'ultraprocesados' sean intrínsecamente poco saludables. Los autores de este artículo basan sus afirmaciones en evidencia relativamente débil, como estudios observacionales y revisiones narrativas. Para comprender el verdadero impacto de los alimentos ´ultraprocesados´ en la salud necesitamos numerosos ensayos controlados aleatorizados, sólidos y a gran escala. También debemos superar estas visiones simplistas de alimentos ‘buenos’ y ‘malos’ y, en cambio, abordar de verdad los problemas fundamentales de nuestro sistema alimentario que limitan el acceso y la asequibilidad de los alimentos saludables.

Conflictos de interés: el doctor Beaumont no tiene intereses en conflicto; no ha recibido financiación de la industria ni trabaja con ella ni tiene vínculos con ella. 

ES

Gunter - UPF

Gunter Kuhnle

Catedrático de Nutrición y Ciencia de los Alimentos de la Universidad de Reading (Reino Unido)

Science Media Centre Reino Unido

Las afirmaciones sobre los efectos de los alimentos ultraprocesados en la salud se basan principalmente en datos observacionales. Los ensayos clínicos aleatorizados —el método de referencia en la investigación nutricional— no han generado preocupación: si bien han demostrado que algunos alimentos ultraprocesados pueden provocar un consumo excesivo, también han demostrado que una dieta con alimentos ultraprocesados que siga las directrices dietéticas actuales no es perjudicial para la salud.  

Estimar la ingesta de alimentos ultraprocesados en la población general es difícil, ya que la mayoría de los métodos utilizados en la investigación nutricional nunca se diseñaron para estimar dicha ingesta. Por lo tanto, las afirmaciones sobre el consumo a escala poblacional deben interpretarse con mucha cautela, ya que algunas de estas cifras se basan en supuestos muy simplistas, como que todo el pan que se consume en el Reino Unido es ultraprocesado.  

Muchos estudios observacionales se basan en métodos de evaluación dietética que no permiten estimar la ingesta real de alimentos ultraprocesados (AUP) porque no distinguen, por ejemplo, entre las versiones AUP y no AUP de los mismos alimentos, como el pan, el yogur o los cereales. Los autores afirman que tales errores de medición serían insignificantes, sin explicar por qué.  

Sin datos fiables sobre la ingesta de alimentos ultraprocesados a nivel individual —es decir, no datos de compra— es imposible afirmar nada sobre los efectos de estos alimentos en la salud. La dificultad para estimar la ingesta no es una crítica nueva y ha sido planteada por numerosos científicos, incluido el Comité Asesor Científico sobre Nutrición (SACN) del Reino Unido. Por lo tanto, resulta muy decepcionante que ni los autores ni los revisores hayan abordado esta crítica.

Conflictos de interés: “Financiación actual: BBSRC (Transforming UK Food Systems); otros: colaboración con Mars en la investigación del flavan-3-ol". 

ES
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Ultra-processed foods and human health: the main thesis and the evidence
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Revista
The Lancet
Fecha de publicación
Autores

Monteiro et al. 

Tipo de estudio:
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Humanos
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