Esther López-García
Profesora de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, presidenta del Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad (NAOS) y miembro del Grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Epidemiología
¿Qué le parecen los artículos en global? ¿Son de buena calidad?
“Son tres artículos excelentes, que ponen de manifiesto el papel que han tenido los alimentos ultraprocesados empeorando la dieta de la población a nivel mundial por el desplazamiento de los alimentos frescos. Esto consigue que las dietas sean de peor calidad nutricional, con alto contenido en azúcares, grasas no saludables y bajo contenido en fibra y proteínas, y también que la población se exponga a químicos y aditivos perjudiciales.
Además, se han evaluado las políticas de salud pública para disminuir el consumo de ultraprocesados. Muchas de estas políticas se asemejan a las que ya se han puesto en marcha en España por parte de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, como son la eliminación de estos productos en los comedores escolares. Finalmente, se indica que la industria alimentaria es la principal responsable del consumo masivo de ultraprocesados y que su producción debe ser regulada”.
¿Qué implicaciones podrían tener?
“Pueden ser un espaldarazo a las políticas de salud pública destinadas a reducir el consumo de estos alimentos. Es necesario que mejore la calidad de la dieta porque gran parte de los problemas de salud que vemos en nuestra sociedad son debidos a una dieta no saludable.
En España, el Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad se reunió el 18 de noviembre para poner en común muchas de las estrategias que se han implantado en nuestro país en el último año para reducir la prevalencia de la obesidad en adultos y niños, que es muy elevada. Algunas de estas estrategias implican reducir la exposición de la población al consumo de ultraprocesados”.
¿Hay limitaciones importantes que haya que tener en cuenta?
“La mayoría de la evidencia científica que asocia el consumo de ultraprocesados con multitud de enfermedades crónicas se ha conseguido mediante estudios observacionales, que tienen problemas metodológicos para demostrar que este consumo causa realmente las enfermedades estudiadas, porque no se pueden hacer otro tipo de estudios, como los ensayos clínicos, para demostrar la asociación causa-efecto. Sin embargo, los estudios realizados hasta ahora ya son suficientes para poner en marcha medidas que protejan a la población del consumo de este tipo de alimentos”.