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El uso de tecnología puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo en mayores de 50 años

Según un metaanálisis publicado en Nature Human Behaviour, el uso generalizado de la tecnología digital puede estar asociado a menores tasas de deterioro cognitivo en personas mayores de 50 años. Los resultados del estudio –que analizó 57 trabajos en los que participaron más de 400.000 personas con una edad media de 69 años– parecen contradecir la hipótesis de que el uso cotidiano de la tecnología debilita la capacidad cognitiva.

14/04/2025 - 17:00 CEST
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Lucrecia Moreno Royo - tecnología

Lucrecia Moreno Royo

Catedrática en el departamento de Farmacia de la Universidad CEU Cardenal Herrera

Science Media Centre España

Se trata de un metaanálisis y revisión sistemática de estudios que exploran la relación entre el uso de tecnología digital y el envejecimiento cognitivo en adultos mayores de 50 años. Este tipo de estudios son los de mayor evidencia científica. Además, está publicado en una revista de muy alto índice de impacto.  

Los hallazgos indican que un mayor uso de tecnologías digitales se vinculó con un menor riesgo de deterioro cognitivo y tasas más lentas de declive, incluso después de considerar diversos factores. El estudio sugiere que la interacción con la tecnología podría beneficiar la cognición a medida que envejecemos, aunque se necesitan más investigaciones para comprender los mecanismos causales y los tipos específicos de exposición tecnológica. Está totalmente alineado con un artículo que publicamos nosotros en 2021 y que es uno de los que el metaanálisis ha utilizado para realizar el estudio. 

Las implicaciones para el mundo real pasan por el uso de la tecnología como estimulación cognitiva, claramente.

No declara conflicto de interés
ES

Diego Redolar - tecnología envejecimiento

Diego Redolar Ripoll

Profesor de Psicobiología y Neurociencia en la facultad de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)

Science Media Centre España

La sociedad en la que vivimos se encuentra inmersa en la utilización de las denominadas tecnologías digitales para múltiples ámbitos y entornos. El empleo del teléfono móvil, el ordenador o los dispositivos de vídeo e imagen son acciones que llevamos a cabo en numerosas ocasiones a lo largo de la vida. ¿Este uso de las tecnologías digitales está modificando nuestro cerebro de algún modo y, por ende, nuestras capacidades cognitivas? 

Por otro lado, un determinado daño cerebral puede causar déficits cognitivos en una persona, pero en otra no. Este concepto puede aplicarse a cualquier situación clínica siempre que no exista una correspondencia directa entre determinado cambio cerebral y la función cognitiva. El concepto de “reserva cognitiva” surgió para explicar la falta de correspondencia directa entre un grado de lesión cerebral y las manifestaciones clínicas o cognitivas asociadas, es decir, entre tener las lesiones de una enfermedad y desarrollar sus síntomas. La capacidad del cerebro para contrarrestar los efectos nocivos del envejecimiento o la enfermedad se asocia con la exposición a variables ambientales o estilos de vida como los que hemos estado comentando: los entornos cognitivamente estimulantes, el sueño, la actividad física, la reducción del estrés y la socialización, entre otros.  

En este contexto, cabría preguntarse si la exposición a lo largo de nuestra vida a las tecnologías digitales podría afectar a nuestra reserva cognitiva y, por lo tanto, disminuir nuestras capacidades cognitivas, o bien la relación iría en el sentido opuesto en el que la tecnología promoviera comportamientos que fomentaran la reserva cognitiva y una mejor cognición.  

Para intentar contestar a esta pregunta, los autores de este trabajo analizaron 57 investigaciones llevadas a cabo con una totalidad de 411.430 personas. Repitieron los análisis de su trabajo limitándolo a las investigaciones de mayor calidad metodológica. En ambos análisis encontraron que el utilizar las tecnologías digitales a lo largo de nuestra vida se relaciona con un menor riesgo de deterioro cognitivo. Teniendo en cuenta los resultados de forma global podríamos incluir el uso de las tecnologías digitales como otro de los factores que podrían ayudar a contrarrestar los efectos deletéreos del envejecimiento o incluso de ciertas enfermedades, contribuyendo a un aumento de la mejora cognitiva.  

Esto podría tener un gran calado para una sociedad en la que las tecnologías digitales están transformando profundamente la manera en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. 

Nota del autor: para más información, consultar Redolar, D. (2024). La mujer ciega que podía ver con la lengua. Barcelona, Grijalbo. 

No declara conflictos de interés.

ES

Joana Vanesa Pérez - tecnología mayores

Joana Vanesa Pérez

Profesora en la facultad de Ciencias de la Salud, en el grado de Psicología, en el máster de Neuropsicología Clínica y en el máster de Gerontología y Atención Centrada en la Persona

Science Media Centre España

La nota de prensa refleja adecuadamente las principales conclusiones del estudio, el uso de tecnologías digitales, como internet, ordenadores y teléfonos inteligentes, se asocia a un menor riesgo de deterioro cognitivo y de diagnóstico de demencia en adultos mayores de 50 años. Además, destaca que estos beneficios no se explican únicamente por factores demográficos, socioeconómicos o de salud, lo que respalda la hipótesis de un efecto protector de la tecnología sobre la función cognitiva.

El metaanálisis presenta una base sólida, al integrar datos de 57 estudios que abracan más de 411.430 participantes. Sigue criterios metodológicos rigurosos, como las directrices PRISMA para revisiones sistemáticas e incorpora evaluaciones de calidad mediante la herramienta del National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI). Los resultados muestran una notable consistencia al restringir los análisis a los estudios de mayor calidad. Asimismo, se controlaron factores de confusión relevantes, como edad, educación, estado de salud y diversos proxies de reserva cognitiva.

Este trabajo se alinea con la evidencia previa sobre la teoría de la reserva cognitiva y la amplía, no solo las actividades tradicionales, como la lectura o los juegos de mesa, sino también el uso habitual de tecnologías digitales, podrían contribuir a preservar la salud cognitiva en la vejez.

No obstante, el estudio presenta algunas limitaciones. Aunque el número total de participantes fue elevado, la cantidad de estudios incluidos en los análisis de moderación limita la potencia estadística para detectar efectos moderadores. Además, al basarse mayoritariamente en estudios observacionales, no puede establecerse causalidad. Muchas mediciones de exposición digital se basaron en autoinformes y carecieron de información sobre el inicio del uso de tecnologías como internet o teléfonos inteligentes, lo que restringe la comprensión de los patrones de exposición y su impacto cognitivo. También algunos indicadores de reserva cognitiva, como el nivel de inteligencia o la adquisición de nuevas habilidades, han sido poco explorados. Por último, la mayoría de los estudios se realizaron en países de ingresos medios-altos, limitando la generalización de los resultados a otros contextos.

Un aspecto especialmente novedoso del metaanálisis es que trabaja con los llamados "pioneros digitales", la generación que lideró la revolución tecnológica global y que ahora comienza a alcanzar edades en las que el riesgo de deterioro cognitivo y enfermedades neurodegenerativas aumenta.

Las implicaciones prácticas de estos hallazgos son relevantes. Fomentar el acceso y el uso moderado de tecnologías digitales entre los adultos mayores podría convertirse en una estrategia efectiva para prevenir el deterioro cognitivo. Asimismo, el estudio subraya la necesidad de desarrollar programas de alfabetización digital accesibles y adaptados a las personas mayores, promoviendo un uso equilibrado que maximice los beneficios y minimice los riesgos. Este metaanálisis aporta evidencia robusta de que la tecnología, utilizada de forma adecuada, puede ser una aliada poderosa para promover un envejecimiento cognitivo saludable y preservar la autonomía funcional en la vejez.

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A meta-analysis of technology use and cognitive aging
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Revista
Nature Human Behaviour
Fecha de publicación
Autores

Benge et al.

Tipo de estudio:
  • Artículo de investigación
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  • Metaanálisis
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