El malestar psicológico intenso en Gaza se ha triplicado tras el inicio del genocidio entre mayores de 40 años

El estudio es muy interesante porque muestra con un estudio longitudinal cómo ha impactado la actual masacre cometida contra Palestina por parte del Gobierno de Israel. Los estudios longitudinales son siempre muy difíciles de realizar porque la estabilidad de las muestras de participantes evaluadas se ve afectada por el paso del tiempo, más en las condiciones actuales de la Franja de Gaza donde el acceso a la población está muy limitada debido a los desplazamientos forzosos y los asesinatos cometidos. Mantener una muestra de 677 participantes en las tres encuestas es un enorme esfuerzo que debe valorarse.  

Los resultados muestran que el impacto de la masacre cometida por Israel en Gaza afecta gravemente a la salud mental de los gazatíes que muestra una prevalencia de angustia psicológica del 67,2% en 2025 frente al 19,5% en 2020, es decir, más de tres veces mayor que la de antes del genocidio. Los datos encajan con lo esperado a partir de otros estudios que han evaluado los efectos de los conflictos armados en Palestina y otros países. Nuestro grupo de investigación evaluó a adultos, niños y adolescentes en Gaza después de los bombardeos del verano de 2014, encontrando una alta prevalencia de sintomatología postraumática.  

La mayor resiliencia de los mayores de 60 años y en los de mayor educación resulta interesante, así como la ausencia de relación con el género.  

La principal limitación del estudio es que la aplicación del GHQ12 [Cuestionario de Salud General de 12 ítems] se realizó por teléfono, y que se trata de un instrumento de cribado que solo permite establecer posible afectación autoinformada y no un diagnóstico clínico. El tratamiento estadístico de los datos también tiene limitaciones. Espero que en un futuro los autores publiquen un artículo con más datos y análisis que permitan alcanzar más conclusiones. 

En cualquier caso, los resultados deberían tenerse en cuenta a la hora de establecer políticas de reparación y atención psicológica a los supervivientes del genocidio. Se desprende la necesidad de atención psicológica a la población de la Franja de Gaza. Existen numerosas propuestas para intervenir con este tipo de población que tiene características específicas. Los programas de atención psicológica de UNRWA en las últimas décadas hacen que su experiencia y conocimiento deba ser tenida en cuenta en futuras actuaciones.    

Se trata de un estudio razonablemente diseñado, considerando las dificultades de la investigación de terreno en emergencias complejas, realizado mediante entrevistas a la población expuesta en 2020, 2023 y 2025 y con un adecuado análisis de resultados. Aunque ya hay abundante evidencia publicada sobre el deterioro de la salud mental de la población de Gaza y el estudio no es un propiamente un estudio de seguimiento de cohortes, el artículo sí aporta una imagen de la evolución en el tiempo de ese deterioro, al incluir tres cortes temporales y, por tanto, cubrir la fase más cruenta de los ataques de Israel (2023 a 2025).  

Sus limitaciones son las propias de intentar conseguir una muestra representativa de una población desplazada en múltiples ocasiones y en situación de emergencia compleja. En conjunto, el artículo contribuye a reforzar la estimación ya existente sobre el enorme impacto sobre la población de Gaza de los violentos y repetidos ataques de Israel y de los efectos del bloqueo y de la destrucción de su sistema de salud y particularmente en el ámbito de la salud mental.

Esta investigación responde a la necesidad académica de mostrar el daño psicológico experimentado por la población palestina en la Franja de Gaza. La situación actual de conflicto prolongado, de bloqueo en la ayuda humanitaria, así como de daño a infraestructuras y a servicios básicos, convierte la vida en Gaza en una amenaza constante a la salud mental. 

La relevancia de este estudio radica en el uso de datos longitudinales de 677 adultos que participaron en tres encuestas de autoinforme. Fueron realizadas desde sus hogares en 2020, en 2023 y en 2025 en la Franja de Gaza. El 70 % de los encuestados se encontraban entre los 40 y 59 años y el 51 % eran mujeres.  

Este trabajo muestra longitudinalmente un aumento en el malestar psicológico de los evaluados. En Gaza, existe una probabilidad 12 veces mayor de experimentar malestar psicológico en 2025 en comparación con 2020. Pese a que este estudio no establece una causalidad entre las variables, la situación actual de limpieza étnica y las condiciones de vida de los gazatíes contextualizan los resultados.  

En esta dirección, la literatura académica sostiene una relación directa entre la exposición a situaciones traumáticas y el riesgo de malestar psicológico (ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático, entre otros). Además, se ha visto que el factor acumulativo de trauma aumenta las probabilidades de daño psíquico si se da una mayor exposición a eventos traumáticos. Esta realidad se aplica al contexto palestino, ya que previo a la ofensiva de 2023, era una población sacudida psicológicamente por periódicos ataques militares. 

En definitiva, los autores manifiestan la necesidad de considerar el impacto psicológico que el actual conflicto tiene en la población gazatí. A su vez, se anticipa como objeto de futuras investigaciones el valorar el impacto psicológico a largo plazo, las estrategias resilientes y las consecuencias intergeneracionales que el trauma tiene sobre la población civil.  

En última instancia, y a modo de interpretación del estudio, las medidas a tomar para ayudar psicológicamente a un pueblo como el gazatí deben encuadrarse en el respeto de los derechos humanos y en el cese del conflicto. Con todo, conocer el estado de devastación psicológica de una comunidad siempre facilita su proceso de recuperación.