En un grupo de personas de alto riesgo cardiovascular, el consumo de vino de bajo a moderado se asoció con menos eventos cardiovasculares (muerte cardiovascular, infarto de miocardio, ictus o insuficiencia cardiaca), según afirma un estudio. El análisis usa concentraciones urinarias de ácido tartárico, una sustancia presente en uvas y derivados, como marcador biológico del consumo de vino, y observa que consumir entre tres y 35 copas al mes se asoció con menos eventos cardiovasculares que en personas que consumieron menos de tres o más de 35 copas. El estudio, publicado en el European Heart Journal, incluyó más de 1.200 participantes del estudio español PREDIMED con una edad promedio de 68 años.