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Rafael Castro Delgado

Doctor en Medicina, profesor titular de Medicina de Urgencias de la Universidad de Oviedo, médico de urgencias (SAMU-Asturias), investigador del Instituto de Investigación Sanitaria de Asturias, coordinador del Grupo de Investigación en Asistencia Prehospitalaria y Catástrofes, director de la Red de Investigación en Asistencia Prehospitalaria y asesor de grupos de trabajo técnico de la OMS relacionados con emergencias y desastres

Es un artículo con un valor añadido por ser con revisión por pares externa (peer-reviewed) y que proporciona información clínica real y detallada de profesionales en primera línea del conflicto de Gaza con una gran cantidad de datos 

No es un estudio poblacional ni representativo y puede tener cierto sesgo de recuerdo y de registro ya que, en situaciones de emergencia extrema, los datos pueden ser incompletos o inexactos y eso hace que no tenga la solidez de un estudio epidemiológico con datos poblacionales. Aun así, la calidad es buena para el contexto (conflicto activo y falta de sistemas de vigilancia) ya que la información que aporta es única y difícil de obtener en un contexto donde el acceso a datos sanitarios está muy limitado; en este caso, el artículo es muy relevante. 

Describe patrones de lesión severos, con una comparación directa por parte de profesionales experimentados en otros conflictos. Por ello, aporta evidencia para planificar la respuesta humanitaria y sanitaria, incluyendo cirugía, cuidados intensivos, salud mental y rehabilitación. Además, es de destacar que documenta otros problemas de salud más allá de las heridas de guerra, como malnutrición, sepsis, enfermedades crónicas y trauma psicológico, ofreciendo una visión integral de la crisis sanitaria. 

El artículo puede servir como base para organismos internacionales de ayuda humanitaria y de emergencia para diseñar estrategias de respuesta ya que ofrece un mapa detallado de las necesidades sanitarias en un conflicto de alta intensidad, algo que rara vez se logra durante la fase activa de una guerra.  

Como limitaciones, ya reconocidas por los propios autores, destacan la fuente de datos secundaria, una posible pero minimizada duplicación de casos, no ser representativo de toda Gaza, al incluir solo hospitales donde trabajaron equipos internacionales, y el reflejar un periodo específico (agosto 2024 – febrero 2025). 

Este estudio puede tener repercusiones significativas en varios ámbitos:  

  1. Planificación humanitaria y sanitaria, ya que permite identificar qué recursos se necesitan con más urgencia. 
  2. Documentación y derechos humanos, proporcionando evidencia científica que puede servir para informar a organismos internacionales como la OMS o la ONU y contribuir a informes sobre violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra.  
  3. Salud pública a largo plazo, ya que señala que el conflicto ha generado una carga enorme de discapacidad, especialmente amputaciones, quemaduras graves y trauma psicológico, por lo que puede guiar el diseño de programas de rehabilitación y reconstrucción sanitaria para la población afectada.  
  4. Desarrollo de sistemas de vigilancia en conflictos, ya que los propios autores destacan la necesidad de sistemas resilientes de vigilancia sanitaria, incluso en contextos de guerra, para obtener datos fiables en tiempo real y mejorar la respuesta. 
ES