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Tomás García Azcárate

Economista agrario especializado en Política agraria Común y mercados agrarios, investigador asociado del CEIGRAM, miembro del Consejo Asesor de Asuntos Europeos de la Comunidad de Madrid y del Comité de expertos de Foro Agrario

¿El estudio es de buena calidad? 

“El estudio es interesante y original, ya que aborda con rigor un tema hasta ahora nada abordado, al menos, según mis conocimientos, las consecuencias laborales (o necesidades en mano de obra) de un cambio de dieta a escala planetaria, cambio que tendría sin duda consecuencias positivas para la sostenibilidad del planeta”. 

¿Qué limitaciones tiene? 

“Tanto en la introducción como en las conclusiones, importantes limitaciones del trabajo no son explicitadas. Se trata de un ejercicio académico que no incorpora en su metodología el cambio tecnológico que reducirá las necesidades laborales ni la impracticabilidad de un cambio de estas dimensiones. Tampoco mencionan los otros efectos colaterales que un cambio de esta magnitud tendría sobre el medio ambiente, como son (entre otros) el aumento de las necesidades de agua generado por los nuevos cultivos, en particular, las frutas y hortalizas; las inversiones necesarias o el impacto medioambiental sobre el territorio del retroceso de la ganadería extensiva”. 

¿Qué repercusiones tendrá para España este cambio?  

“La incentivación de un cambio en la dieta alimentaria es un elemento importante de la necesaria estrategia de adaptación y mitigación del cambio climático, pero el artículo demuestra sus limitaciones y pone el foco sobre uno de los obstáculos que se erigen en su camino.  

Como ejercicio intelectual y académico tiene, por lo tanto, interés, incluso en el caso español. Sus resultados confirman la necesidad de una estrategia para la sostenibilidad compleja, multisectorial y multifactorial para hacer posible lo necesario”. 

ES