La educación, la religión o el contacto con animales influyen en los rasgos humanos que les atribuimos
Un equipo internacional con participación española ha analizado los factores que influyen en nuestra antropomorfización de los animales —la tendencia a atribuirles rasgos humanos—. Según un cuestionario completado por 741 personas de cinco países, incluido España, factores como el nivel educativo, la religión, las experiencias de tipo urbano o el contacto con animales afectan a esta tendencia, lo que a su vez puede influir en los programas de conservación. Según los autores, “las especies que parecen más humanas o muestran comportamientos similares a los humanos suelen recibir más atención, financiación y apoyo público. Esta preferencia puede eclipsar la importancia ecológica de especies menos carismáticas”. Los resultados se publican en la revista iScience.