Sonia Zúñiga
Viróloga del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC)
Ambos estudios confirman lo que ya se sabe: que las vacunas refuerzan la inmunidad adquirida después de la infección natural con SARS-CoV-2, aumentando la protección, especialmente frente a enfermedad grave.
Tanto el estudio realizado en Brasil como el realizado en Suecia cuentan con la potencia estadística que da un elevado número de individuos. En ambos casos, los resultados aportan información valiosa sobre la tasa de reinfección, y las consecuencias de la misma, en individuos con inmunidad natural y en muchos casos vacunados posteriormente.
La mayor limitación de los dos estudios es que los datos son previos a ómicron, que es la variante predominante actualmente, y que ha cambiado el panorama de las posibilidades de reinfección. Como se ha visto, ómicron tiene mucha más capacidad que las variantes anteriores de escapar de la inmunidad (en cuanto a anticuerpos) que dan tanto las infecciones con otras variantes como la vacunación. Por ello, ómicron puede causar reinfecciones con más facilidad que las variantes anteriores y, por tanto, los resultados de estos estudios en cuanto a eficacia en prevención de reinfecciones no se pueden extrapolar directamente a la situación actual.