María José Sanz
Directora del BC3 (Centro Vasco de Investigación sobre Cambio Climático)
Era importante hacer una reflexión sobre el papel de los bosques en la mitigación del cambio climático. Durante mucho tiempo se les ha considerado la panacea que podía secuestrar carbono para compensar unas emisiones crecientes. La importancia de esta reflexión recae en que por primera vez pone evidencias claras de una tendencia decreciente de los sumideros de carbono que representan los bosques europeos, en contraposición con las expectativas de compensación que contemplan las políticas europeas. Hay que ser por tanto cautelosos en las estimaciones de su potencial como sumidero de carbono y hacer más énfasis en medidas de adaptación y resiliencia en el ámbito de la gestión y protección de los bosques europeos.
Ello tiene implicaciones importantes en la necesidad de internalizar los factores de riesgo a los que están sometidos de forma creciente como resultado de la actividad humana, tanto directos como indirectos. Lo que implica la integración de información y datos de muy diferentes fuentes y adquiridos con nuevas y viejas tecnologías, todas ellas necesarias. Sus limitaciones recaen precisamente en la falta de la interoperabilidad necesaria para integrar todos los datos y conocimientos disponibles para producir estimaciones más robustas, más coherentes y con menor incertidumbre. El artículo también destaca esta necesidad. Esperemos que este mensaje cale en el tejido investigador europeo.