Santiago Moreno Guillén
Jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal (Madrid) y catedrático del departamento de Medicina de la Universidad de Alcalá de Henares
Los intentos de prevenir la gonorrea a través de inmunidad cruzada conferida por la vacuna frente al meningococo han sido explorados con anterioridad, incluso se han llevado a cabo ensayos clínicos. En este trabajo, los autores hacen un estudio in vitro y con animales de experimentación. Básicamente, su hallazgo principal es identificar anticuerpos desarrollados tras la vacunación frente a meningococo B (en tres voluntarios sanos) que matarían al gonococo in vitro. No tengo capacidad para distinguir si técnicamente el trabajo está bien hecho, aunque imagino que sí, al haber sido publicado en esta revista.
Lo que sí puedo juzgar es el alcance de los resultados: son datos tremendamente preliminares, con posiblemente poco recorrido. Digo esto basándome en datos recientes. Hace poco se publicó un ensayo clínico para prevención de las infecciones de transmisión sexual bacterianas (gonorrea, sífilis y clamidia). Se evaluaba el efecto de la doxiciclina para prevenir esas tres infecciones y de la vacuna frente al meningococo B (la misma que en el estudio) para añadir protección frente a gonorrea. Las conclusiones fueron que la doxiciclina funciona frente a sífilis y clamidia, y que la vacuna no añade ninguna protección frente a gonorrea.
Los autores comentan que se podrían transferir los anticuerpos generados que se hayan mostrado eficaces de modo pasivo para la prevención, como se ha hecho con las transferencias de anticuerpos en el caso de la covid-19, pero no tiene mucho sentido; es preferible administrar la vacuna.