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María Virtudes Pérez Jover

Profesora de Psicología Social en el departamento de Psicología de la Salud 

Actualmente hay un creciente interés en el desarrollo de las ‘terapias psicodélicas’ o psicoterapias asistidas por sustancias psicodélicas, como facilitadores para tratar los trastornos emocionales de algunas enfermedades físicas, entre ellas el cáncer (Agin-Liebes et al., 2020; Malone et al., 2018; Reiff et al., 2020; Swift et al., 2017). Este tipo de terapias implican el uso controlado de sustancias psicodélicas, como la psilocibina o el MDMA, bajo supervisión terapéutica. Algunos estudios parecen mostrar que estas sustancias pueden ser eficaces para tratar trastornos mentales como la depresión, la ansiedad, el trastorno por estrés postraumático y la adicción (Dawood & Pérez-Jover, 2023; Wheeler & Dyer, 2020). 

Es alentador el creciente aumento de estudios experimentales o cuasiexperimentales que se están llevando a cabo en la actualidad para explorar la eficacia y seguridad de estas sustancias. No obstante, todavía hay que ser cautos ya que las sustancias psicodélicas también pueden tener riesgos y efectos secundarios. Por un lado, hay personas que pueden no ser tolerantes a este tipo de sustancias; por otro lado, puede ocurrir que la experiencia psicodélica sea desagradable; igualmente se puede consumir de manera descontrolada y abusiva, etc. Por ello, aunque en España todavía no es legal el uso de estas sustancias, el tratamiento terapéutico debe ser aplicado por profesionales formados en su uso y en un entorno clínico adecuado y controlado.

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