Estanislao Nistal
Profesor titular de Microbiología de la Facultad de Farmacia
El artículo presenta un trabajo de gran calidad científica, publicado en una de las revistas más prestigiosas del ámbito biomédico, The New England Journal of Medicine, reconocida por difundir estudios clínicos de alta relevancia terapéutica. En este caso, se evalúa la eficacia de una vacuna tetravalente basada en ARN mensajero (ARNm), desarrollada por Pfizer, en un ensayo clínico de fase 3 en humanos. La formulación incluye cuatro secuencias de ARNm que codifican las hemaglutininas de los virus H1N1 y H3N2 de la gripe A, así como de los linajes Yamagata y Victoria de la gripe B.
La eficacia de esta vacuna se compara con la de la vacuna convencional actualmente utilizada, que contiene hemaglutininas purificadas de los mismos cuatro virus. El estudio analiza la capacidad de prevenir la infección, inducir anticuerpos específicos frente a los virus estacionales de influenza y estimular la inmunidad celular mediada por linfocitos T, además de cuantificar los efectos adversos a la vacunación.
Los resultados son prometedores, aunque limitados a una población de 18 a 64 años, grupo con menor riesgo de complicaciones graves por influenza en comparación con adultos mayores, especialmente los mayores de 75 años. El estudio se enmarca en la competencia tecnológica entre compañías como Moderna y Pfizer por desarrollar vacunas más eficaces frente a la gripe.
La formulación basada en ARNm muestra una mayor reactogenicidad, es decir, una frecuencia más alta de síntomas leves o moderados tras la vacunación, en comparación con la vacuna convencional. No se aportan datos concluyentes sobre su capacidad para prevenir enfermedad respiratoria aguda grave ni sobre su eficacia a largo plazo (más de un año), aunque se reconoce el avance en protección frente a influenza A y se señalan las limitaciones en cobertura frente a influenza B y en tolerabilidad.
La vacuna propuesta ofrece una mejora significativa en la respuesta inmunitaria, tanto humoral (anticuerpos) como celular (linfocitos T), respecto a las vacunas inactivadas actualmente empleadas en campañas estacionales. Aunque la protección frente a la infección aún tiene margen de mejora, la plataforma ARNm permite una mayor flexibilidad y rapidez en el diseño y producción de vacunas, introducción y modificación de antígenos, lo que representa una ventaja estratégica frente a las formulaciones convencionales, que requieren procesos más complejos y prolongados.
[En cuanto a posibles limitaciones] La mayor reactogenicidad observada podría afectar la aceptación pública, especialmente en el contexto de vacunaciones anuales. Además, el estudio no aporta datos sobre la eficacia en la prevención de enfermedad grave ni sobre su desempeño en grupos de riesgo como niños pequeños y personas mayores. La ausencia de estos datos limita la extrapolación de los resultados a poblaciones vulnerables. Sería esperable también una mejora en la eficacia, pero hay que probarlo.
Si se logra reducir la reactogenicidad sin comprometer la eficacia, esta vacuna podría convertirse en una alternativa viable a las formulaciones actuales. Asimismo, la inclusión de ARNm que codifique otras proteínas virales, como la neuraminidasa, podría ampliar la cobertura inmunológica y mejorar el perfil protector de futuras versiones.