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Maira Bes-Rastrollo

Co-coordinadora del grupo de trabajo de Nutrición de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, y miembro de CIBERobn

Los multivitamínicos son una combinación de vitaminas y/o minerales que en Europa se regulan como “complemento alimenticio” bajo la directiva de suplementos alimenticios de la Unión Europea. Por ello, es la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) quien evalúa las pruebas científicas sobre la seguridad de un multivitamínico y son los productores, proveedores y distribuidores los responsables de asegurarse de que los multivitamínicos que llegan al consumidor sean seguros. No obstante, es importante señalar que, como no son considerados fármacos y no están regulados por la Agencia Europea del Medicamento, los multivitamínicos se pueden comercializar sin ensayos clínicos ni documentación científica que demuestre su eficacia.  

Si bien quizás el interés por el consumo de multivitamínicos en Europa es menor que en Estados Unidos, la popularidad del uso de suplementos alimenticios ha aumentado en los últimos años, dado el mayor interés de la población por su salud y bienestar. Según los datos de la encuesta elaborada por Food Supplements Europe en 2022 en 13.200 adultos de 14 países europeos, el 29 % de la población europea había consumido un multivitamínico durante el último año y España no es una excepción en cuanto a estas tendencias, teniendo el sector de los complementos alimenticios una facturación de 2.000 millones de euros en 2023.    

Pero realmente, ¿el consumo de alimentos multivitamínicos es beneficioso para la salud y previene la mortalidad? Hasta la fecha, los resultados procedentes de los diversos estudios científicos eran inconsistentes. De hecho, el US Preventive Task Force (USPSTF) concluyó en 2022 después de revisar los ensayos clínicos sobre el consumo de multivitamínicos y la mortalidad que no había suficiente evidencia para determinar los beneficios o los daños de su consumo debido, en parte, al seguimiento limitado y la falta de validez externa de los estudios, es decir, la dificultad de extrapolar los resultados de estos ensayos a la población general.    

Por todo ello, un grupo de científicos americanos ha evaluado utilizando tres estudios de cohortes prospectivos con una muestra total de 390.124 participantes si el uso de complementos multivitamínicos se asociaba con una menor mortalidad. Durante el seguimiento de hasta 27 años de los participantes, los investigadores identificaron 164.762 fallecidos. El estudio ha utilizado una metodología científica muy sólida, teniendo en cuenta medidas repetidas del uso de multivitamínicos, así como otra información de los participantes, incluyendo sus estilos de vida, que podrían confundir los resultados. Los hallazgos del estudio muestran, con más de 20 años de seguimiento, que el uso diario de multivitaminas no se asoció con una menor mortalidad. Por el contrario, a lo esperado, el riesgo de mortalidad fue un 4 % mayor entre los consumidores diarios de multivitaminas, comparados con los no consumidores, en los años iniciales del seguimiento (Hazard ratio ajustada: 1,04; Intervalo de confianza 9%: 1,02-1,07). No obstante, a pesar del seguimiento y de haber excluido a las personas con cáncer y otras enfermedades crónicas al inicio del estudio, no se puede descartar en su totalidad la existencia de una posible causalidad inversa producida por el llamado efecto de usuario enfermo (sick user effect). No obstante, los resultados son claros en cuanto a la falta de eficacia para prevenir la mortalidad asociada al consumo diario de multivitaminas.    

Estos resultados nos indican que los beneficios de las vitaminas y minerales presentes en los alimentos que conforman un patrón alimentario saludable como el patrón mediterráneo, rico en frutas, verduras, legumbres, frutos secos, aceite de oliva y pescado disponen de una gran cantidad de sustancias bioactivas que favorecen la salud y la absorción de estos nutrientes. No obstante, si las vitaminas y minerales las ingerimos como suplementos aislados, desaparecen las potenciales interacciones y sinergias entre los distintos alimentos presentes en los patrones alimentarios saludables. La ingesta de multivitaminas nunca puede sustituir una dieta saludable. Si bien es cierto, que hay situaciones en las que está indicado el consumo de suplementos como es el caso de la ingesta de vitamina B12 en aquellas personas que siguen una dieta vegetariana o vegana, los suplementos de vitamina D en aquellas personas con unos niveles séricos de vitamina D insuficientes, el uso de multivitaminas después de una operación de cirugía bariátrica o la ingesta de ácido fólico durante el primer trimestre de embarazo para prevenir la espina bífida de los recién nacidos, siempre [debe hacerse] bajo el consejo de un profesional sanitario.    

En resumen, si se quiere ganar salud, es más sensato gastar el dinero de los suplementos vitamínicos en una cesta de la compra de calidad con productos frescos de proximidad y temporada que nos ayuden a seguir una dieta mediterránea saludable y apoyen la necesaria sostenibilidad del mundo rural. 

ES