Autor/es reacciones

Víctor de Lorenzo

Profesor de Investigación del CSIC en el Centro Nacional de Biotecnología

Mirror Life (Vida Espejo) se refiere al concepto de crear o estudiar formas de vida que emplean versiones especulares de las biomoléculas que encontramos en los organismos naturales. En la biología convencional, la vida se basa en moléculas quirales con una orientación específica: por ejemplo, los aminoácidos son predominantemente levógiros (formas L), mientras que los azúcares en los ácidos nucleicos son diestros (formas D). Esta quiralidad es un pilar fundamental de la bioquímica tal como la conocemos. Explorar la vida espejo cuestiona nuestra comprensión de los fundamentos de la Biología y la universalidad de los principios bioquímicos, abriendo interrogantes sobre la posibilidad formas alternativas en otros planetas.  

En todos los cursos de Biología sintética que imparto, incluyo este tema y analizo los avances realizados en este campo. Reconozco que es uno de los tópicos que mayor impacto tiene en los estudiantes. Los artículos recientes en Science y el informe relacionado sobre los riesgos asociados son, sin duda, relevantes y oportunos. Sin embargo, al leerlos, no puedo evitar una sensación de déjà vu. En 1969, Jon Beckwith anunció en una conferencia de prensa el primer aislamiento de un gen a partir de ADN, mientras advertía a la sociedad sobre los peligros potenciales de manipular el material genético, un campo entonces incipiente. En mis charlas, suelo presentar a Beckwith como un ejemplo emblemático de lo que llamo la ‘paradoja del bombero-pirómano’: alguien que enciende un fuego, alerta sobre el problema resultante y luego se erige como el solucionador, atrayendo atención hacia su campo.  

Quizás algo similar esté ocurriendo ahora con la biología sintética en general, y con la vida espejo en particular. Por un lado, la posibilidad de crear este tipo de vida inspira asombro y fascinación; por otro, genera inquietudes sobre los problemas potenciales. En cierto sentido, los científicos crean el desafío, luego alertan sobre sus riesgos y finalmente proponen soluciones bajo su liderazgo. Sin una pedagogía adecuada, es legítimo cuestionar por qué se inició esta búsqueda en primer lugar.  

Mi perspectiva sobre el tema y mi reacción al artículo de Science (más el informe) incluye varias consideraciones:  

  1. Curiosidad científica. Desde este punto de vista, explorar formas de vida alternativas con quiralidad opuesta es fascinante. Sin embargo, debemos ser realistas: aunque hemos avanzado en la creación de moléculas y macromoléculas especulares, estamos lejos de construir una célula viva funcional desde cero, incluso utilizando quiralidad convencional. Creo que estamos al menos a unos 10-20 años de conseguirlo.  

  1. Aplicaciones beneficiosas. El artículo de Science se enfoca en los riesgos, pero es crucial destacar también las posibles ventajas. Centrar la narrativa únicamente en los peligros puede alienar al público, ya que la curiosidad científica, por sí sola, no justifica adentrarse en un territorio tan inexplorado y potencialmente peligroso.  

  1. Gobernanza y supervisión. Me preocupa que el panel encargado de redactar este informe esté compuesto casi exclusivamente por científicos estadounidenses (o de su órbita), con escasa representación internacional. Dado que los riesgos y beneficios de esta investigación tienen implicaciones globales, es esencial incluir a actores de diversas regiones y contextos en el debate.  

En mi caso, después de años desarrollando tecnologías genéticas para potenciar la capacidad biodegradativa de bacterias ambientales, he constatado un rechazo generalizado hacia la idea de emplear organismos diseñados en laboratorio para la biorremediación. Esto ocurre incluso cuando su uso sería crucial en el contexto del cambio climático.  

Por ello, he trabajado durante años para replantear el debate sobre los organismos modificados genéticamente (OGM), promoviendo un enfoque que no los presente como herramientas de dominio sobre la naturaleza, sino como un diálogo con el mundo biológico: una asociación que lleva a beneficios mutuos. Este enfoque puede facilitar una percepción más positiva y aceptable, enmarcando la investigación como una búsqueda de un propósito compartido. En este sentido, insisto en destacar las posibles aplicaciones beneficiosas de la vida espejo.  

En cualquier caso, dado que este concepto representa un paso hacia lo desconocido, debemos abordarlo con cautela, aprendiendo de los errores del pasado en la comunicación de innovaciones al público. Los tropiezos de los pioneros de la ingeniería genética provocaron una reacción pública significativa, y debemos hacer todo lo posible por evitar repetir esas experiencias.

ES