Juan Lerma
Profesor de investigación del CSIC en Instituto de Neurociencias de Alicante (CSIC-UMH) y miembro de la Real Academia de Ciencias de España
Estos dos trabajos son de una calidad indudable. Se ha extremado el rigor para asegurar datos repetibles y enteramente fiables. Estos estudios representan un esfuerzo enorme, ya que se han analizado más de medio millón de neuronas repartidas por 279 áreas cerebrales, —prácticamente todo el cerebro de ratón—, durante una tarea común que implica el procesamiento de información sensorial y la toma de decisiones. De esa ingente cantidad de neuronas registradas se han curado y se han seleccionado para el análisis unas 75.000 por presentar gran calidad y estabilidad durante toda la prueba.
Las conclusiones que se han sacado en la primera ronda de análisis representan un comienzo más que el final. Los datos están disponibles para los investigadores en abierto, de forma que cualquiera que lo desee puede realizar análisis ulteriores. Estas primeras conclusiones corroboran aspectos del funcionamiento cerebral que ya se intuían a partir de los estudios más limitados disponibles. Es como si sospecháramos cómo iba a terminar una película sin haber visto el final; ahora nos lo han mostrado. En definitiva, los datos muestran que, en la toma de decisiones, por ejemplo, están involucradas muchas áreas cerebrales, más de las que eran esperables, mientras que en el procesamiento sensorial las áreas están más delimitadas. En resumidas cuentas, que el cerebro funciona más como un todo que parceladamente cuando se trata de generar comportamientos complejos. De ahí la necesidad de estudiarlo de manera más holística que lo que se ha hecho hasta ahora. Algo que se lleva postulando desde hace años.
Las únicas limitaciones de este estudio están impuestas por su complejidad. Hemos de tener en cuenta que a la hora de analizar una conducta compleja son muchos los aspectos a tener en cuenta que podrían distorsionar el análisis correlacional con la actividad neuronal tan extensa. Por ejemplo, cuando se analiza la actividad neuronal en las diversas estructuras cerebrales relacionada con la recompensa, (consistente en dejar beber al ratón), es difícil separar el aspecto motor de la obtención de recompensa (lamer) de su aspecto hedónico (el placer de beber). Ambos están codificados en la actividad neuronal. Pero como digo, lo fundamental es que ahora se dispone de una ingente cantidad de información, perfectamente identificada en forma de mapa de actividad cerebral de alta resolución, con la que realizar más —y probablemente más complicados— análisis.