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Josep Curto

Director académico del Máster en Inteligencia de Negocios y Big Data en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y profesor adjunto en IE Business School

El anuncio de una creación de un gran modelo fundacional de lenguaje de IA, entrenado específicamente en español y lenguas cooficiales, en código abierto y transparente, y con la intención de incorporar a los países iberoamericanos por parte de Pedro Sánchez, debe considerarse desde diversos puntos de vista.   

Por un lado, es una buena noticia, puesto que la gran mayoría de modelos fundacionales han sido creados usando conjuntos de datos mayoritariamente en inglés. También es relevante porque puede servir de ejemplo como sistema de inteligencia artificial responsable. Me explico, siendo el Gobierno el que empuja dicha creación, debe cumplir por defecto las obligaciones para este tipo de sistemas tal y como indica la EU AI Act y, por otro lado, a bien seguro tendrán en cuenta los derechos de autor, editor o concesionario para explotar las fuentes de referencia que, como bien sabemos, no han tenido en cuenta algunos de los modelos fundacionales más relevantes del mercado.  

Por otro lado, hay muchos aspectos que matizan este anuncio. Hay muchas incógnitas en el anuncio que están ligadas a su viabilidad (quién proporciona el presupuesto, quién realiza el proyecto, cómo se va a ofrecer para que genere valor a la sociedad, quién va a hacer mantenimiento, cómo se van a controlar sesgos y otras ineficiencias de estos modelos). Hasta que no tengamos más detalles para evaluar su futura viabilidad, queda simplemente como un anuncio de buenas intenciones. 

ES