Jesús Vioque
Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública y director de la Unidad de Epidemiología de la Nutrición de la Universidad Miguel Hernández
Se trata de un estudio interesante que analiza datos de varios estudios de cohortes realizados esencialmente con población europea en los que se estimaron los niveles plasmáticos de cafeína genéticamente y se muestra una asociación protectora contra el índice de masa corporal elevado y la incidencia de diabetes tipo 2. En el estudio se ha llevado a cabo un sofisticado análisis basado en randomización mendeliana, un tipo de análisis que trata de superar las limitaciones de los estudios observacionales, simulando un estudio de intervención aleatorizado.
Los resultados apoyarían de alguna manera el conocido efecto protector del consumo moderado de café sobre el riesgo de padecer y morir por las principales enfermedades no-transmisibles (cáncer, cardiovascular, diabetes), evidenciado también en estudios de cohortes españoles. Sin embargo, no quedan claros algunos aspectos importantes como en qué medida el nivel plasmático representa el consumo habitual de cafeína y qué proporción se debe al consumo de café o al de otros alimentos como el chocolate o las bebidas azucaradas con cafeína que también contienen otros nutrientes poco saludables.
Hubiera sido interesante ver incluido el papel del consumo de café y otros alimentos aportadores de cafeína en el modelo causal representado en la gráfica. Al fin y al cabo, son estos alimentos los que se consumen y sobre los que se pueden hacer recomendaciones dietéticas.
En todo caso, el estudio aporta una evidencia muy interesante que se necesita seguir siendo investigada.