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Los estudios son de muy alta calidad e importantes para el desarrollo de vacunas eficaces frente al VIH. 

El porqué de que no hayamos conseguido aún desarrollar una vacuna eficaz frente al VIH reside en que con las distintas formas vacunales ensayadas no hemos sido capaces de inducir respuestas inmunitarias con producción de anticuerpos neutralizantes (bNabs) de amplio espectro de acción frente a las distintas variantes del VIH. Diferentes grupos de investigación vienen ensayando formas modificadas de administración de la proteína de la envuelta (Env) del VIH en modelos animales para conseguir la producción de dichos anticuerpos bNabs. Lo que se demuestra en los artículos publicados en Science son avances importantes hacia la consecución de dicha diversidad de anticuerpos neutralizantes mediante el diseño de antígenos Env con mutaciones selectivas y protocolos de vacunación cuya finalidad es conseguir linfocitos B que hayan madurado en los centros germinales y con capacidad para producir bNabs de amplio espectro de acción.  

Las limitaciones la imponen los ensayos preclínicos en modelos animales, que, aunque son necesarios e importantes, no reflejan exactamente lo que ocurra en seres humanos. No obstante, los datos aportados favorecen la utilización de dichos protocolos en ensayos clínicos, ya en marcha. Como en todo proceso científico, no debemos extrapolar los resultados obtenidos a la consecución de una vacuna contra el VIH, pero sí resaltar la importancia de las recientes publicaciones como un paso más directo hacia la consecución del tipo de anticuerpos Nabs más racionales y eficaces. 

Los resultados clínicos nos dirán lo lejos que hemos llegado con este tipo de aproximación vacunal de immunizaciones progresivas. Una luz de esperanza se abre hacia el entendimiento de cómo atacar mejor al VIH después de tantos años desde su identificación como agente causal del sida en 1983.

ES