Daniel J. van Wamelen
Profesor clínico senior de Neurociencia y neurólogo consultor honorario del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres (Reino Unido)
Los resultados de este estudio son interesantes y parecen basarse en una investigación sólida con conclusiones bien respaldadas por los datos. Sin embargo, es importante destacar que los síntomas examinados en este estudio son posibles signos tempranos de la enfermedad de Parkinson, no indicadores definitivos de que alguien vaya a desarrollarla. El estudio no hizo un seguimiento de si los participantes fueron diagnosticados con párkinson posteriormente.
Muchos de los síntomas individuales observados, como los trastornos del sueño, el estreñimiento y los cambios de humor, son comunes en la población general. Si bien el estudio encontró que las personas que consumían más alimentos ultraprocesados tendían a reportar más de estos síntomas no motores, no encontró un aumento directo en el riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson en sí. Dicho esto, tener más de estos síntomas sugiere un mayor riesgo con el tiempo. Por ejemplo, una persona que presenta una combinación de trastorno del comportamiento del sueño REM, estreñimiento y síntomas depresivos tiene más probabilidades de desarrollar párkinson en el futuro, pero el riesgo no es absoluto. Para comprender mejor las implicaciones a largo plazo, necesitaríamos un seguimiento más prolongado para ver cuántos participantes desarrollan párkinson y cómo esto se asocia con su dieta.
En resumen, se trata de una investigación interesante que aborda cuestiones importantes. Sin embargo, la relación con la enfermedad de Parkinson debe considerarse con cautela hasta que se disponga de pruebas más definitivas.