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César San Juan

Investigador del departamento de Psicología Social y profesor de Psicología Criminal en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU)

La investigación reúne los elementos y precauciones propias de un trabajo empírico, además de disponer de un grupo de control que acredita la fiabilidad y validez de los resultados obtenidos.  

En realidad, la experiencia no es nueva, ya que en muchas prisiones se ha usado el deporte como forma de mejorar las competencias psicosociales de los reclusos para su reinserción social y, en el mejor de los casos, reducir la tasa de reincidencia. En concreto, el rugby se ha revelado como una actividad especialmente propicia para internos violentos que encuentran en este deporte una forma eficaz de controlar sus impulsos agresivos.   

Lo que aporta esta investigación es que se ha evaluado su eficacia con un grupo control. La mayor parte de esas experiencias a las que he aludido, pese a contar con aparentes muy buenos resultados, estos no estaban acreditados con las correspondientes mediciones en el contexto de un estudio científico.  

Los resultados de este trabajo son prometedores y avalan lo que la experiencia previa ya dictaba. En todo caso, haría falta más investigación que compruebe la eficacia de estas actividades en función de las diferentes ‘oportunidades’ psicosociales de las que disponen los internos, previas y posteriores a su ingreso en prisión en términos de habilidades profesionales, soporte social y familiar, así como recursos psicológicos personales. También sería interesante comprobar la repercusión a medio y largo plazo en el desistimiento de la carrera delictiva y la correspondiente reducción de la tasa de reincidencia que implica la mejora, al menos a corto plazo, de las competencias sociales que proporcionan las actividades deportivas. 

ES