Autor/es reacciones

Ana Belén Ropero

Directora del grupo de investigación de Nutrición y Bromatología.

Este trabajo está publicado en la segunda mejor revista de su categoría, según los estándares de valoración de las revistas internacionales de investigación. Por lo tanto, los artículos publicados aquí pasan un duro proceso de revisión por pares.  

En los últimos años está habiendo mucha discusión científica acerca de cuál de los dos nutrientes, calcio o vitamina D, resulta más importante para los huesos en edad adulta. Si bien el papel del calcio está fuera de toda cuestión durante la infancia y la adolescencia, en adultos, su capacidad para evitar las fracturas óseas está más cuestionado. La vitamina D se plantea como la alternativa más efectiva en este ámbito. De hecho, se ha llegado a proponer aumentar la recomendación diaria de ingesta de vitamina D. Sin embargo, hasta el momento, la investigación ha venido arrojando resultados diversos.  

Este trabajo se añade a esta controversia al mostrar que la suplementación con vitamina D no protege los huesos de la fractura. De hecho, tampoco lo hace en aquellos participantes con deficiencia en vitamina D, lo que es un resultado, de alguna forma, inesperado. Los resultados negativos se extienden incluso a participantes que ingieren suplementos de calcio, combinación que en otros trabajos sí ha mostrado efecto positivo.  

Si bien es cierto que el riesgo de fractura es solo uno de los indicadores de salud ósea, los mismos autores han publicado anteriormente que suplementos de vitamina D tampoco mejoran la densidad y la estructura ósea, ni el riesgo de caída.  

Hay que destacar que este trabajo se ha llevado a cabo en personas sanas. Por lo tanto, como los propios autores indican, este resultado no se puede extrapolar a personas con problemas óseos como osteoporosis u osteomalacia.  

Por lo tanto, se puede decir que este estudio deja sin fundamento el interés generalizado por la vitamina D en su relación con la salud ósea en adultos sanos. Sin embargo, es importante mencionar que aquí no se tienen en cuenta otros factores dietéticos que afectan al hueso, como las proteínas o el fósforo, ni tampoco el ejercicio físico. Tal vez esté aquí la clave para interpretar los resultados negativos encontrados en este y en anteriores trabajos. 

Debemos recordar que la vitamina D no solo es importante para los huesos, sino que también participa en otros procesos celulares, como la función muscular, la función del sistema inmune, el mantenimiento de los dientes y la división celular. Además, deficiencias en vitamina D se han asociado a mayor riesgo de infecciones de aparato respiratorio superior, enfermedades autoinmunes o alergias, problemas cardiovasculares e incluso mayor mortalidad. También se ha relacionado niveles más bajos de vitamina D con obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico

ES