Alejandro Sánchez de Miguel
Investigador posdoctoral EMERGIA en la Oficina de Calidad del Cielo del Instituto de Astrofísica de Andalucía-CSIC
El artículo me parece bastante robusto. En este caso se están utilizando los humanos como sensores. La fisiología humana no va a cambiar en mucho tiempo y, por tanto, cuando se trata de una cantidad muy grande de datos, [el ojo humano] es más fiable que las imágenes de satélite. Las conclusiones del artículo van en la misma línea de lo que nosotros publicamos hace unos meses sobre lo que pueden decir los satélites. Nos permite ver que la contaminación lumínica está creciendo en todo el mundo, pero no nos permite saber exactamente dónde.
Este estudio indica que el crecimiento de la contaminación lumínica está siendo mucho más rápido de lo que esperábamos y que está siendo global. Lo más importante no es la pérdida de visión de estrellas (eso es una cuestión secundaria): lo realmente preocupante es el impacto ambiental que esto conlleva.