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África González-Fernández

Catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo, investigadora del Instituto de investigación Galicia sur (IIS-GS) y académica de la RAFG

Este estudio compara una vacuna de ARN frente a las cepas A (A/H3N2), A (A/H1N1), B (B/Yamagata) y B (B/Victoria) con una vacuna comercial que contiene virus inactivos de estas 4 cepas de gripe (influenza). 

Lo que demuestra el estudio es que la vacuna de ARN no induce menos respuesta que la vacuna convencional y es superior en la protección a corto plazo.  Sin embargo, induce mayor reactogenicidad, con efectos tales como fatiga, fiebre, dolor de cabeza o dolor en la zona de inyección, superiores a lo encontrado con la vacuna control.  

Han incluido un gran número de participantes en este ensayo de fase III, pero los resultados de eficacia para ambas vacunas para evitar infección fueron modestos, con una eficacia relativa del 35,8 % a los siete días tras la vacunación, y similar a los 14 días tras vacunación. En la Figura 1 se indica una eficacia relativa de la vacuna del 34,5 %, aunque superior para la vacuna de RNA que para la de virus inactivados. En el análisis al finalizar la estación de gripe, la eficacia relativa de la vacuna fue del 28,7 %, que es una eficacia muy modesta.  

Han llevado a cabo estudios de respuesta celular con análisis de producción de interferón gamma, tanto por linfocitos CD4+ como CD8+, observándose mayor respuesta que la alcanzada por los virus inactivos de la vacuna comercial, sobre todo para los linfocitos T helper, mientras que para los linfocitos CD8+, dos cepas A no indujeron buena respuesta celular CD8+.  

Análisis pormenorizado:  

  1. El estudio de la respuesta inmunitaria es a corto plazo, con un periodo de 130 días para analizar casos de infección, pero el estudio de la respuesta inmunitaria y la capacidad neutralizante de la hemaglutinina se hizo pronto tras la inoculación de la vacuna.  
  2. De las cuatro cepas estudiadas (dos de A y dos de B), la Yamagata no circula desde hace ya unos años, y, de hecho, la OMS recomendó en septiembre de 2023 no incluirla en las vacunas, recomendando que se produjeran vacunas trivalentes con solo 3 cepas (2 de A y una de B).  
  3. Es interesante destacar que la respuesta que se obtiene frente a la cepa B (B/Victoria) en relación con la capacidad de neutralización de hemaglutinina y seroconversión es muy baja con la vacuna de ARN, comparada con la vacuna control comercial.  
  4. Se han estudiado voluntarios de 18-64 años, con un sistema inmunitario más potente que los mayores de 65 años, que son a los que este tipo de vacunas se debería dirigir. La escasa protección que induce esta vacuna indica que, o bien las secuencias incluidas en la vacuna no correspondieron con las cepas que produjeron la infección, o que la vacuna no ejerce buena respuesta inmunitaria.  
  5. Esta nueva vacuna de ARN se ha comparado con otra vacuna comercial, no con placebo, lo que lleva a estudiar eficacia relativa y no absoluta, como los propios autores indican como una limitación de su estudio, pero, por otra parte, es muy interesante tener un estudio comparativo de dos vacunas. 
  6. Este tipo de vacuna puede producirse en un menor tiempo que las vacunas tradicionales, pero debería centrarse en la población diana más vulnerable. Una eficacia [relativa] de un 28,7 % tiene un amplio margen de mejora.  
  7. No se han estudiado tampoco las respuestas en niños, otra población muy vulnerable a la gripe.  
  8. La mayor reactogenicidad en una vacuna que previsiblemente se debería poner anualmente, dependiendo del cambio de las cepas que van circulando, puede ser un problema para la población de cara a aceptarla.
ES