Ana Cristina Franco Novela
Investigadora del departamento de Ciencias de la Tierra del Barcelona Supercomputing Center
El Global Carbon Budget cumple 20 años cuantificando el balance entre las emisiones de dióxido de carbono y el rol del océano y la biósfera terrestre en reducir o exacerbar la concentración total de carbono en la atmósfera. Las conclusiones del estudio se basan en una metodología sólida, transparente y aceptada por la comunidad científica. El reporte involucró a más de 130 investigadores afiliados a decenas de instituciones científicas de más de 20 países.
Este año, se señala que la cantidad de carbono absorbida por el sumidero terrestre se incrementó con respecto al año pasado. Asimismo, la transición a energías renovables se aceleró extraordinariamente en China e India, ralentizando el crecimiento de las emisiones de dióxido de carbono en dichas regiones. Sin embargo, la tasa de emisiones de carbono globales aumentó con respecto a años anteriores, sobre todo en Estados Unidos y la Unión Europea. Este incremento en emisiones globales se debe al uso persistente y la continua dependencia global de combustibles fósiles de todo tipo.
Los datos presentados en este informe confirman que la ventana de oportunidad para limitar el calentamiento global del planeta a menos de 1,5 ºC con respecto a la época preindustrial se ha cerrado. Al ritmo actual, se calcula que el balance de carbono restante, 170 GtCO2, se habrá agotado en cuatro años. El GCB sugiere que las acciones tomadas hasta ahora en cuestión de reducción de emisiones y descarbonización han sido insuficientes. Aun así, de cara a la COP30, las acciones para reducir emisiones de origen fósil deben continuar tomando un papel central. La reducción de emisiones debería ser ese pilar que sustenta las conversaciones sobre adaptación y mitigación.