Consuelo Giménez Pardo
Profesora Titular del Área de Parasitología de la Universidad de Alcalá (UAH) y directora del Master Universitario en Acción Humanitaria Sanitaria (UAH-Médicos del Mundo)
Liderado por el investigador Hamtandi Magloire Natama, se presentan los resultados provisionales realizados en niños de un ensayo de fase IIb, doble ciego, aleatorizado y controlado, sobre la vacuna RH5.1/Matrix M, una vacuna frente a los merozoitos sanguíneos, que parece proveer de una segunda línea de defensa pediátrica frente a la clínica de la malaria. El doctor Magloire Natama –un investigador con experiencia en el estudio de los factores genéticos e inmunológicos que contribuyen a la variación interindividual en la susceptibilidad a la malaria en la primera infancia– fue también coinvestigador y coordinador en el ensayo de fase II de la R21/Matrix-M, segunda vacuna contra la malaria después de la RTS, S/AS02, también preeritrocítica y capaz de actuar frente a otra fase del ciclo biológico del parásito: los esporozoitos.
El ensayo propuesto se ha llevado a cabo en un estudio controlado en niños de 5-17 meses en la región de Nanoro (Burkina Faso), administrando la vacuna durante la temporada de transmisión de la malaria. En el trabajo, que publica The Lancet Infectious Diseases, se indica que RH5.1/Matrix M es segura y bien tolerada y que en tres dosis proporciona anticuerpos anti-RH5.1. Los autores proponen que, como estrategia prometedora en esta segunda generación de vacunas pediátricas frente a la malaria, deberá aplicarse de manera sinérgica en combinación con las vacunas preeritrocícas ya existentes