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Tim Bartels

Líder de grupo en el Instituto de Investigación sobre Demencia del Reino Unido en UCL

El estudio establece firmemente una asociación entre formas específicas de disfunción intestinal (estreñimiento, gastroparesia y disfagia) que preceden al desarrollo de síntomas motores que normalmente se utilizan para diagnosticar la enfermedad de Parkinson clínica. Dado que la enfermedad generalmente ya ha progresado a una neurodegeneración a gran escala en la sustancia negra de los pacientes que presentan síntomas motores, cualquier signo clínico anterior y posibles biomarcadores serían de gran valor para un tratamiento más temprano (y, por lo tanto, más efectivo) y para la focalización de medicamentos. 

Un punto interesante adicional del estudio es la asociación aparentemente protectora de la apendicectomía con la enfermedad de Parkinson, lo que además implica que, dentro del sistema gastrointestinal, el apéndice podría ser el origen del ataque patológico que luego se propaga por todo el intestino y, en última instancia, al cerebro. Dado que la última asociación estaba dentro del rango de un posible sesgo de vigilancia, esto debe validarse aún más. 

La asociación encontrada aquí, por lo tanto, establece firmemente que el intestino podría ser un objetivo principal para buscar biomarcadores en los humanos o para desarrollar sistemas modelo mejores para comprender la disfunción intestinal en la enfermedad de Parkinson, con el fin de encontrar objetivos farmacológicos.

ES