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Tara Spires-Jones

Directora del Centro para el Descubrimiento de las Ciencias del Cerebro de la Universidad de Edimburgo, jefa de grupo en el Instituto de Investigación de la Demencia del Reino Unido y expresidenta de la Asociación Británica de Neurociencia

Este estudio analizó si las personas pueden desarrollar la enfermedad de Alzheimer como consecuencia de un tratamiento con hormona del crecimiento que ya no se utiliza. Como mencionan los autores de este estudio, no hay indicios de que la patología del alzhéimer pueda transmitirse entre individuos en actividades de la vida cotidiana. Tampoco hay pruebas que hagan temer que los procedimientos quirúrgicos actuales conlleven algún riesgo de transmisión de la enfermedad de Alzheimer. El presente trabajo es una descripción de ocho personas que recibieron durante varios años inyecciones de hormona del crecimiento extraída de cadáveres humanos durante la infancia, cinco de las cuales desarrollaron demencia 30-40 años después.   

Los científicos atribuyen estos síntomas a una posible transmisión de la patología amiloide relacionada con el alzhéimer a partir de la hormona del crecimiento que inició la agregación de este amiloide en los cerebros de estas personas. Aunque esto es posible según este artículo y sus datos anteriores, no es algo que deba preocupar a la gente, ya que ese tipo de tratamiento con hormona del crecimiento ya no se utiliza e incluso en personas tratadas con esa hormona del crecimiento este resultado es muy raro.   

Además, no es posible saber con seguridad si estas personas desarrollaron demencia debido a su tratamiento con la hormona del crecimiento por varias razones: este estudio solo analizó a ocho personas (un tamaño de muestra muy pequeño), varias de las personas también tenían otros riesgos de demencia como discapacidad intelectual (en dos casos) o [una variante en] un gen que aumenta sustancialmente el riesgo de alzhéimer (un caso), y la patología mostrada en el artículo para las personas que donaron tejido cerebral posmortem es mucho más leve que la que se encuentra en las personas que murieron de la enfermedad de Alzheimer.

ES