Muestran una forma en la que el ARN y los aminoácidos podrían haber empezado a relacionarse en el origen de la vida
Los aminoácidos son los componentes básicos de las proteínas. Estas se conocen como los ladrillos de la vida, pero no pueden replicarse por sí mismas. Para ello necesitan las instrucciones que proporciona el ARN. Cómo empezó a forjarse esta relación es aún un misterio. Ahora, un equipo británico ha mostrado cómo pudo iniciarse a partir de unas condiciones relativamente simples. Según los investigadores, que publican los resultados en la revista Nature, “comprender el origen de la síntesis de proteínas es fundamental para entender de dónde proviene la vida”.