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Susana Gómez González

Coordinadora del Máster en Conservación y Gestión del Medio Natural e investigadora del departamento de Biología-IVAGRO de la Universidad de Cádiz

Debemos interiorizar que la solución al calentamiento global no puede descansar en las plantaciones de árboles. Según Shani Rohatyn y col., las forestaciones (plantaciones de árboles en zonas no forestales) tienen una capacidad limitada de “enfriar” el planeta, cuando se considera la reducción del albedo. A pesar de este mensaje, el estudio propone áreas específicas donde las forestaciones sí podrían ser efectivas para este fin.  

En este sentido, es importante señalar que forestar áreas que naturalmente no tienen árboles, como los matorrales o pastizales de zonas semiáridas, puede erosionar la biodiversidad, reducir la capacidad de los suelos de almacenar carbono de forma estable, disminuir la disponibilidad de agua e incrementar la severidad de los incendios. Esto pondría en duda el beneficio de estas forestaciones, incluso en las zonas potencialmente “enfriadoras” que se proponen en este estudio.  

La solución al cambio climático debe enfocarse en reducir nuestras emisiones, hacer nuestros sistemas productivos más sostenibles y restaurar el equilibrio de los ecosistemas y la biodiversidad. A veces la mejor forma de avanzar es dar un paso atrás. 

ES