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Oliver Jones

Catedrático de Química de la Universidad RMIT en Melbourne (Australia)

Parece que los edulcorantes artificiales están teniendo mala prensa últimamente. El mes pasado oímos hablar mucho de una posible asociación (no demostrada) entre el eritritol y un mayor riesgo de coagulación de la sangre y ahora oímos que la sucralosa puede afectar al sistema inmunitario pero, ¿es así?  

La sucralosa es probablemente el edulcorante artificial más utilizado en todo el mundo y se ha debatido sobre sus posibles efectos en las bacterias que viven en el intestino y/o sobre cómo se descompone por encima de los 120 ºC. Los datos sobre ambos aspectos son limitados. No hay pruebas concluyentes de que la sucralosa, el eritritol o cualquier otro edulcorante común sean otra cosa que muy seguros.  

El trabajo de Zani et al. es el primero que he visto sobre los posibles efectos de la sucralosa en el sistema inmunitario. Creo que el trabajo es detallado e interesante. Sin embargo, es importante destacar que, como señalan los propios autores, el trabajo no demuestra que el consumo normal de sucralosa pueda afectar al sistema inmunitario. Los efectos observados en el trabajo fueron mínimos y solo se encontraron en dosis muy altas, muy por encima de lo que una persona comería en un día (o posiblemente varios días). Además, el estudio se realizó solo en ratones, que no son minihumanos y no siempre responden a las sustancias químicas de la misma manera que nosotros. El número de animales utilizados en el trabajo también es bastante bajo, por lo que los resultados deben considerarse indicativos, no concluyentes. 

En resumen, aunque se trata de un trabajo inteligente y cuenta una historia bioquímica interesante, no creo que haya que alarmarse por estos resultados.

ES