Stephen Burgess
Estadístico de la Universidad de Cambridge (Reino Unido)
Me preocupa que estos análisis combinen y mezclen los efectos sobre el objetivo de los agonistas del GLP-1R con las consecuencias más generales de la pérdida de peso. Hay efectos biológicos del mecanismo de acción de estos fármacos. Y está el impacto más amplio de perder hasta un 20 % del peso corporal, como se ha visto en los ensayos de estos fármacos. Se trata de una intervención que cambia la vida y que tendrá consecuencias muy positivas para muchos. Pero para otros, el impacto de perder una gran cantidad de peso podría tener consecuencias emocionales negativas. Si un individuo piensa que perder peso es la clave de la felicidad, pero perder peso no le aporta felicidad, ¿podría esto conducir a la depresión y a la ideación suicida? Y si así fuera, ¿podríamos decir que los agonistas del GLP-1R provocan ideas suicidas?
Aunque cualquier mecanismo que aumente el riesgo de suicidio exige actuar, estas dos posibles vías causales requieren una gestión diferente. Necesitamos entender si estos resultados representan un efecto secundario específico de estos fármacos, o una consecuencia poco común pero trágica del viaje de pérdida de peso de algunos individuos.