Autor/es reacciones

Josep Lluís Conde Sala

Investigador en el Departamento de Psicología del Desarrollo y de la Educación

El artículo es muy completo. Dos aspectos del estudio son relevantes:  

  • el tamaño de la muestra (458.146 sujetos) y  

  • haber analizado de forma separada y conjunta los efectos funcionales (sentimiento de soledad) y los efectos estructurales (vivir solo y frecuencia de actividades y visitas) en la mortalidad general y en la enfermedad cardiovascular. 

El estudio hace un análisis minucioso de todos los factores funcionales y estructurales. Las conclusiones no son nuevas, aunque sí más detalladas. Los que viven solos y tienen menos visitas familiares tienen un mayor riesgo de mortalidad general y de enfermedad cardiovascular. 

En España el efecto de la soledad estructural (vivir solo) podría ser mayor [que en el Reino Unido], ya que en el sur de Europa las sociedades son más familiaristas (apoyo de la familia) y el hecho de vivir solo es menos frecuente pero los efectos negativos son mayores. 

En todo estudio hay limitaciones, pero en este no parece que las limitaciones sean relevantes. Los efectos negativos del sentimiento de soledad y del aislamiento ya han sido documentados. Las personas que viven solas y están aisladas socialmente necesitarían un mayor seguimiento de su salud por parte de las instituciones sanitarias y sociales.

ES