Rosa del Campo
Investigadora en el Hospital Ramón y Cajal y miembro del Grupo Especializado para el Estudio de la Microbiota Humana de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC-GEMBIOTA)
Este artículo trata de demostrar si el microbioma materno condiciona la maduración neuronal y la diferenciación del intestino por la exposición del feto por la acción de los metabolitos bacterianos antes del nacimiento. Es un trabajo muy sólido y con pocas limitaciones metodológicas, han usado muchos animales y muchos experimentos complementarios.
Los autores eligieron Akkermansia muciniphila como bacteria saludable, y se aseguran de hacer grupos de madres colonizadas o no por esta bacteria. Miden también los metabolitos que son de producción exclusiva por las bacterias, los ácidos grasos de cadena corta, y comprueban que el grupo de madres colonizadas por A. muciniphila tienen valores más altos. También detectan mayores concentraciones de aminoácidos necesarios para la diferenciación de las neuronas. Además, el microbioma intestinal de los ratones nacidos de madres colonizadas por A. muciniphila es más rico y diverso, lo que se asocia con una mayor salud intestinal. En cultivos celulares, la mayor disponibilidad de metabolitos ayuda a diferenciar las células nerviosas, y para complementar el estudio han bloqueado la vía mTOR que es crítica para la diferenciación celular.
La novedad de este trabajo es que demuestra con datos muy sólidos que la microbiota intestinal de la madre condiciona la maduración del sistema nervioso y del intestino de los fetos, incluso antes de nacer y el efecto es duradero hasta los 10 meses posnatales. Así, mejorando el microbioma intestinal de las madres, especialmente con suplementación con probióticos y una dieta saludable también se mejorará la salud del niño. Es un artículo muy sólido. Como siempre, existe la duda de si [estos resultados en ratones] se reproducirán en humanos, pero hace ya tiempo que hay indicios en este tema.