Rocío Núñez Calonge
Directora científica del Grupo UR Internacional y coordinadora del Grupo de Ética de la Sociedad Española de Fertilidad
Antes de que se instaurase en España el registro nacional de donantes, un donante podía donar en más de una clínica, ya que no se podían controlar con exactitud todas las donaciones y, por lo tanto, podrían haberse conseguido más de seis niños nacidos, que es lo que permite la ley. Sin embargo, es casi imposible que un donante llegara a originar esa cantidad enorme que ha conseguido en Holanda. A los donantes se les hace una entrevista previa y si han donado en otro centro, se les rechazaba.
El problema que se ha dado en Holanda es la falta absoluta de control: la venta de su semen por internet o las clínicas donde no han indagado sobre el número de hijos y donaciones.
Incluso antes de que existiese en España el registro, las donaciones se realizan de forma controlada, en clínicas autorizadas y con el cumplimiento de numerosos requisitos tanto médicos como legales. Las muestras de semen no se pueden comprar por internet. Otra cosa distinta es lo que hagan las mujeres “por su cuenta”, sin control, y con esta serie de peligros.
En España, el sistema de control, llamado SIRHA, (acrónimo de Sistema de Información de Reproducción Humana Asistida), es una plataforma informática instaurada por el Servicio Nacional de Salud en la que se registra toda la actividad asociada a las Técnicas de Reproducción Asistida de todos los centros de medicina reproductiva a nivel nacional y en el que está incluido el Registro Nacional de Donantes de gametos y Preembriones.
Con este sistema, cada donante que acude a un centro de reproducción asistida es registrado e identificado con un código único de donante. Este código es el mismo para cualquier clínica donde haga la donación, por lo que no puede ir a varias clínicas con distintas identidades.
Cuando se le ha aceptado como donante, después de pasar todas las pruebas médicas y psicológicas, la plataforma asigna a cada una de las donaciones un código único de donación (sistema europeo de codificación). La función de este identificador es poder trazar el origen y el destino final de los gametos donados, siempre salvaguardando el anonimato de donante y paciente receptora con las medidas de seguridad electrónicas oportunas.
Además, con esta herramienta se dispone la información de cada donación y de los niños nacidos en cada centro.