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Rocío Núñez Calonge

Directora científica del Grupo UR Internacional y coordinadora del Grupo de Ética de la Sociedad Española de Fertilidad

Los ovocitos, junto con las neuronas y sus prolongaciones (los axones), son las células más grandes del organismo humano, y tienen en común que no se dividen, permaneciendo en el organismo durante muchos años. 

Los ovocitos, las células reproductoras femeninas, comienzan a formarse en el ovario del feto femenino, y no terminan su maduración hasta que se alcanza la pubertad y están listos para ser fecundados. En la niña recién nacida hay casi un millón de ovocitos, que se van degradando hasta la primera menstruación o menarquia. Del casi medio millón de ovocitos que existen en la mujer adulta, solo unos cuantos a lo largo de su vida madurarán y serán aptos para ser fecundados: uno por cada ovulación mensual. Este proceso da una idea de la fragilidad de estas células, indispensables para la perpetuación de la especie humana. Hasta ahora, se sabía poco del mecanismo por el cual los ovocitos consiguen mantenerse intactos durante tantos años: hasta la menopausia de la mujer. 

Los ovocitos están formados por un núcleo, donde se encuentra la información genética que se transmitirá a la descendencia, y un citoplasma, que sirve de nutrientes y de la maquinaria energética que necesita la célula. En el citoplasma se encuentran agregados de proteínas, en algunos casos nocivos para la célula. 

Las células de larga vida que no se dividen, como los ovocitos y las neuronas, son particularmente sensibles a esta acumulación de agregados de proteínas, ya que estas células no pueden disipar los agregados mediante la división celular. Aunque los mecanismos de formación, acumulación y eliminación fisiológica de los agregados de proteínas en las neuronas se han estudiado en profundidad, se desconoce cómo los ovocitos de mamíferos hacen frente a este problema. 

Zaffagnini y cols. han publicado un estudio con ovocitos de ratón en el cual han encontrado la forma en la que se produce la degradación de las proteínas. El estudio es muy bueno, muy bien documentado tanto en la experimentación como en los estudios previos, y con imágenes muy claras. 

Los ovocitos de ratón almacenan agregados proteicos en unos compartimentos denominados conjuntos vesiculares endolisosomales (ELVA), en los que los agregados se degradan durante la maduración de los ovocitos. Los ensayos funcionales revelaron que, en los ovocitos inmaduros, los ELVA secuestran proteínas agregadas y las degradan durante la maduración de los ovocitos. La inhibición de la actividad degradativa en ELVA conduce a la acumulación de agregados de proteínas en el embrión y es perjudicial para su supervivencia. Por tanto, los ELVA representan una estrategia para salvaguardar la funcionalidad de estas células. 

La mala calidad de los ovocitos es una de las principales causas de infertilidad femenina. En muchas ocasiones la mala calidad se debe a defectos genéticos, asociados con la edad, pero existen otros factores desconocidos que alteran su viabilidad y supervivencia. Por ello, esta investigación abre una interesante vía futura de estudio para explorar si la degradación de proteínas y su mala regulación podría explicar el deterioro de la calidad ovocitaria relacionado con la edad. 

No obstante, existen aún numerosas dudas, que los mismos autores se plantean. ¿Podrían existir compartimentos similares a ELVA en otros tipos de células? Se ha postulado que podría ocurrir un mecanismo similar en las neuronas. Pero la forma en que estas células longevas, ovocitos y neuronas, transportan sus agregados de proteínas a compartimentos especializados y regulan su degradación, y si realmente esto sucede en las neuronas, siguen siendo futuras vías de investigación por explorar. 

La principal limitación es que se ha estudiado en ovocitos de ratón y hay que comprobar si realmente ocurre lo mismo en humanos. En el artículo se compara con las neuronas porque comparten la similitud con los ovocitos de no dividirse y ser longevas, pero el objetivo del estudio y en lo que se centran es en los ovocitos y en su futura aplicación en los casos de infertilidad femenina. No entraría, como en el caso de la nota de prensa, a hablar de alzhéimer. De hecho, en el artículo ni siquiera lo mencionan. 

ES