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Rita Vassena

Cofundadora y CEO de Fecundis, empresa de desarrollo de tratamientos de reproducción asistida, y previamente directora científica del Grupo Eugin

Los datos de embarazos naturales entre participantes de los ensayos clínicos de las vacunas han sido muy tranquilizadores desde el principio, ya que se ha visto que se embarazaban con la misma frecuencia tanto en el grupo que recibía la vacuna como en el control. Además, no se reportan desviaciones relevantes entre embarazos de población vacunada y no vacunada. Todo esto nos hace pensar que la vacuna no afecta de forma negativa la fertilidad.

No obstante, los embarazos procedentes de técnicas de reproducción asistida permiten analizar detalles reproductivos que se escapan a los estudios epidemiológicos, como por ejemplo como responde el ovario a las hormonas reproductivas, si hay alteraciones en la calidad de los óvulos, si hay perdidas gestacionales muy tempranas (estas pérdidas pasan desapercibidas en estudios poblacionales ya que el embarazo se interrumpe en las primeras 2-3 semanas, antes que siquiera se reconozca como tal).

Estos detalles, que sí se analizan en el estudio de Aharon y colegas, confirman y amplían las evidencias ya disponibles: no se hallan evidencia que la vacuna tener efectos negativos sobre la fertilidad, incluso en una población reproductivamente frágil como los pacientes de reproducción asistida.

Los datos disponibles para la comunidad médica y científica desde el inicio de los programas de vacunación masiva han apuntado siempre a que la vacuna no afecta a la fertilidad. No obstante, es importante seguir estudiando este tema y confirmando el dato, ya que desafortunadamente hay todavía cierta resistencia entre quien se plantea un embarazo, o que ya está embarazada, a vacunarse.

Esta reticencia se debe a varios factores, como por ejemplo la falta de inclusión de personas embarazadas en los ensayos clínicos de las vacunas (falta que se ha suplido con datos del mundo real en cuanto la vacunación se ha hecho masiva), y la presencia de alteraciones del ciclo menstrual pasajeras en muchas mujeres tras la vacuna. Este estudio se suma a la evidencia que tenemos, y refuerza la indicación de vacunarse.

Cabe recordar que mientras la vacuna no afecta a la fertilidad ni a los resultados de embarazo, desarrollar covid-19 sí que conlleva más riesgo de hospitalización en mujeres embarazadas, y también de decurso más severo de la enfermedad. Nuevas evidencias indican que la covid-19 se asocia también a perdidas de embarazo ya en curso.

En resumen, no vemos efectos adversos de la vacuna sobre la función reproductiva de las mujeres, y es importante vacunarse para proteger tanto la madre como el bebé de formas graves de la enfermedad.

ES