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Ramón Salazar

Jefe de Oncología Médica del Instituto Catalán de Oncología (ICO), jefe del Grupo de Investigación del Cáncer Colorrectal, programa Oncobell (IDIBELL) y profesor agregado de Medicina de la Universidad de Barcelona

En conjunto, es un estudio de alta calidad: cohorte poblacional en Inglaterra con 476.373 mujeres con cáncer de mama temprano operado, seguimiento de hasta 20 años y análisis por edad y por tratamientos, publicado en The BMJ. El resultado central es tranquilizador: el riesgo a largo plazo de un segundo cáncer primario es bajo —solo ~2-3% por encima del de la población general— con excesos absolutos a 20 años de +2,1% para tumores no mamarios y +3,1% para cáncer de mama contralateral (más marcado en mujeres jóvenes). 

Además, los autores y un artículo de opinión de pacientes que citan señalan que muchas supervivientes tienden a sobreestimar este riesgo, por lo que estos datos ayudan a corregir esa percepción. 

Es clave diferenciar segundo cáncer de recaída: el primero es un tumor nuevo e independiente; la recaída es el retorno del tumor inicial y este trabajo solo evalúa lo primero.  

En cuanto a limitaciones: algunos datos de registro pueden estar incompletos y no se dispone de historia familiar, predisposición genética ni hábitos de vida (por ejemplo, tabaco), lo que puede afectar a ciertas asociaciones. Aun así, el tamaño muestral permite estimaciones precisas y sugiere que una pequeña parte del exceso podría relacionarse con terapias adyuvantes (radioterapia con contralateral/pulmón, hormonoterapia con endometrio y quimioterapia con leucemia), si bien los beneficios de estos tratamientos superan con creces esos riesgos.  

En la práctica, esto no cambia indicaciones. Creo que puede ser tranquilizador para las pacientes con un cáncer de mama actualmente en tratamiento y aporta base para un consejo más equilibrado, seguimiento proporcionado y refuerzo de prevención y cribados estándar por edad. 

ES