Rafael Cofiño
Profesor asociado de la Escuela Andaluza de Salud Pública
Las medidas han de ser siempre proporcionales a la situación de riesgo. Hay que explicar muy bien a la población por qué se mantienen mascarillas solamente en ciertos interiores y no en otros. Para ayudar a que se cumplan las medidas han de ser entendidas por la población.
También hay que ser un poco rigurosos con lo de "que aconsejen los expertos". Muchas de las medidas han sido políticas, con mayor o menor aval de recomendaciones técnicas, pero políticas. No hay que tener miedo a decir eso y no abusar del latiguillo de "los expertos" para eximir la toma de decisiones. Estas, en el fondo, han de tener un componente científico y de evidencia muy alto.
Lo más importante: más que medidas individuales de protección (mascarillas), me preocupa la escasa o ausente regulación de medidas de entornos de protección (ventilación). No niego con esto la necesidad del uso de mascarillas en determinadas situaciones, pero me parece increíble que no hayamos avanzado casi nada en la regulación de espacios que protejan. Seguimos descargando en la responsabilidad individual en vez de buscar normativa o regulación de espacios y entornos saludables.