Julián Pérez-Villacastín
Jefe de servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid
El estudio tiene un diseño ingenioso y me parece válido para analizar lo que se proponen. No cabe duda de que es un dato más que apoya la utilización de las nuevas tecnologías como ayuda en medicina. No es de extrañar en absoluto que mediante estas tecnologías seamos capaces de ser más exactos, ahorrando tiempo y variabilidad. En definitiva, se puede ser mucho más eficiente gracias a este tipo de tecnologías.
En general, con todo lo relacionado con la imagen en los próximos años vamos a ver cómo este tipo de desarrollos supera a los seres humanos.
En España también hay centros en los que predominan los técnicos de imagen que realizan ecocardiogramas para valorar la función ventricular. Lo que se anuncia en el artículo podría ser perfectamente extrapolable a España.
Siempre se pueden pedir poner pequeñas pegas a estos estudios, pero hay que reconocer que está bien diseñado, que los resultados son claros y concordantes con el sentido común y con el sentido clínico.