Salvador Peiró
Epidemiólogo, investigador en el Área de Investigación en Servicios de Salud y Farmacoepidemiología de la Fundación para el fomento de la investigación sanitaria y biomédica de la Comunidad Valenciana (FISABIO) y director de Gaceta Sanitaria, revista científica de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS)
La retirada de EEUU de la OMS tendrá serias implicaciones para la salud global y el planeta. EEUU es uno de los mayores financiadores y líderes históricos de la OMS y su ausencia dejará un vacío en la financiación de programas críticos como la vacunación masiva, la lucha contra la malaria, el VIH/SIDA y la tuberculosis, y la respuesta a emergencias sanitarias.
Esto afectará especialmente a los países en desarrollo, exacerbará las desigualdades en salud global y pondrá en riesgo avances logrados en décadas, pero también incrementará las migraciones y determinados problemas de salud en los países desarrollados.
La retirada de EEUU también debilitará la cooperación internacional necesaria para enfrentar desafíos globales, como pandemias y crisis sanitarias, reduciendo la capacidad de reacción temprana frente a brotes, dificultando el intercambio de información crítica y complicando la contención de futuras amenazas globales. Además, supone un debilitamiento de la confianza en las instituciones globales y erosionará la eficacia de la gobernanza sanitaria internacional.
En conjunto, y además de poner en riesgo la salud pública global y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, supondrá una menor capacidad de respuesta global frente a futuras pandemias y crisis sanitarias que no solo afectará a los países más vulnerables, sino a toda la humanidad, incluyendo al propio Estados Unidos.