Paula López Monteagudo
Investigadora posdoctoral en el departamento de Microbiología de la Escuela Icahn de Medicina en Monte Sinaí de Nueva York (Estados Unidos)
La vacunación frente a la gripe es particularmente importante en niños pequeños debido a alto riesgo de padecer infecciones severas que requieran ingreso hospitalario. La vacunación se recomienda durante los meses de septiembre a octubre para intentar conseguir una inmunización adecuada de cara al pico de infecciones por gripe.
En este trabajo los autores intentan arrojar luz sobre el mejor momento del año para la vacunación de cara a obtener una mejor eficacia de vacunación.
Los autores se desmarcan de la idea de medir la eficacia vacunal a través de ensayos tales como la detección y cuantificación de anticuerpos neutralizantes, y por eso en el estudio presentan un enfoque basado en la cuantificación del número de ingresos hospitalarios y en la severidad de los síntomas desarrollados por los niños vacunados incluidos en el estudio.
Seleccionan a más de 800.000 niños de entre dos y cinco años de Estados Unidos, nacidos entre agosto y diciembre, y que recibieron la vacuna de la gripe durante su visita anual al pediatra a lo largo de los años 2011-2018.
En estas edades la revisión pediátrica anual suele coincidir durante el mes del nacimiento del pequeño por lo que, de este modo, los autores pudieron observan que los niños nacidos en el mes de octubre suelen recibir la vacuna anual de la gripe más tarde que los niños nacidos en agosto y antes que los nacidos en diciembre. Además, los niños nacidos en octubre tuvieron más probabilidades de ser vacunados durante el mes de octubre y menos probabilidad que el resto de los niños del estudio de ser diagnosticados de gripe durante esa temporada.
Se trata de un estudio semiexperimental, pero permite apoyar la recomendación actual de que los niños debe de ser vacunados en octubre, precediendo a la época de gripe.