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Pablo Villoslada

Jefe del servicio de Neurología del Hospital del Mar (Barcelona) y director del programa de Neurociencias

El grupo del Instituto Karolinska lleva años trabajando en la epidemiología de la esclerosis múltiple y hacen estudios muy rigurosos, como es este caso. 

Hasta ahora no había una evidencia clara de que la falta de sueño en adolescentes fuese un factor de riesgo. Por supuesto, se conoce bien que con la adolescencia cambia el patrón de sueño y que la mayoría de adolescentes están faltos de sueño, pero esto no tiene por qué aumentar el riesgo de la esclerosis múltiple. En este estudio demuestran que dormir menos de siete horas aumenta ligeramente ese riesgo. Como ellos dicen, no quiere decir que esto sea la causa, podría ser la consecuencia de estar ya incubando la enfermedad (lo que se llama el pródromo de la enfermedad en medicina).  

Estos resultados ayudan a diseñar políticas de salud pública, promoviendo el sueño saludable en adolescentes. Respecto a las personas que ya tienen la enfermedad, mejorar su sueño ayudará a que mejore su salud general, aunque probablemente no cambie cómo evoluciona su enfermedad. 

Respecto a cómo podría causar la falta de sueño un mayor riesgo de esclerosis múltiple, podría deberse a una peor regulación de la respuesta inmunitaria debido al estrés crónico de la falta de sueño. Todas las funciones fisiológicas como sueño y respuesta inmunitaria están muy relacionadas entre sí. 

Como todo estudio epidemiológico, tiene las limitaciones de que la población que estudian es limitada y que, al no poder cambiar el factor de riesgo durante el estudio, en este caso la falta de sueño, no se puede establecer si este factor es causa o consecuencia o tan solo otro factor más. La recogida de datos se basa en cuestionarios y estos siempre están sujetos a sesgos de recuerdo y de percepción, más aún en esta población tan susceptible a las influencias sociales. El estudio está bien controlado para los factores de confusión como edad, sexo, etnicidad, tabaco, antecedente de mononucleosis infecciosa y exposición solar (que determina los niveles de vitamina D, muy bajos en Suecia y que son un factor de riesgo para la esclerosis múltiple). En un segundo análisis ajustaron por obesidad, un factor de riesgo para dormir mal.

ES