Pablo Fernández
Dermatólogo en el Hospital Ramón y Cajal y máster en Medicina Tropical de la Universidad Autónoma de Madrid, miembro y uno de los portavoces de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) para la viruela símica
Es un trabajo muy relevante, publicado en una revista de alto impacto. Desde el punto de vista dermatológico nos da mucha información no solo para los dermatólogos, sino para que también otros especialistas, o en urgencias, puedan diagnosticar la enfermedad. Esto es importante en un brote como el actual, novedoso y desconocido hasta la fecha en nuestro medio.
Es destacable que todos los casos expuestos en el trabajo presentaron lesiones cutáneas, las pústulas características y constantes, que este trabajo ayuda a reconocer. Son siempre varias lesiones y a menudo en más de una zona del cuerpo, por ejemplo, en tronco y genitales.
Un dato relevante es que todos los pacientes evolucionan bien, los síntomas pueden ser molestos (como prurito o dolor), pero no son graves.
Eso es atribuible a que el brote se debe al clado occidental del virus de la viruela del mono y también a que el estado general de los pacientes es bueno; esto difiere de los datos hasta ahora publicados en los casos de África, donde se observa una mayor gravedad. Esto puede ser debido a que en brotes en África a menudo los pacientes tienen otras enfermedades concomitantes como malaria, parasitosis o desnutrición.
Hay que tener en cuenta que una parte importante de pacientes de este estudio presentaban enfermedades de transmisión sexual concomitantes al diagnóstico de viruela del mono. Eso nos dice que en casos de viruela del mono no solo es importante plantearlas dentro del diagnóstico diferencial, sino que es importante buscar estas enfermedades.
El estudio ha sido realizado con pacientes muy al principio del brote actual, que aproximadamente tardaron unos siete días en acudir a las clínicas. Animamos a los pacientes a consultar pronto para ser tratados cuanto antes y contribuir a frenar la expansión de los contagios.