Tim Osborn
Director de la Unidad de Investigación Climática de la Universidad de East Anglia en el Reino Unido
El frío y el calor matan cada año a decenas de miles de personas en toda Europa. El cambio climático está reduciendo la intensidad del frío y aumentando la frecuencia del calor, pero aún no se sabe si en el futuro habrá más o menos muertes relacionadas con la temperatura. La conclusión clara de esta nueva investigación es que el efecto neto del cambio climático será un mayor número de muertes relacionadas con la temperatura en el futuro. Dicho sin rodeos, el aumento del calor matará a más personas de las que salvará la disminución del frío.
Aunque este nuevo estudio no es la última palabra en la materia, y más investigaciones sin duda perfeccionarán y aún podrían cambiar la predicción general de futuras muertes relacionadas con la temperatura, sí abre nuevos caminos, al analizar la vulnerabilidad de las personas a las temperaturas extremas por edad y por ciudad con un nivel de detalle mucho mayor que el de trabajos anteriores. Este mayor nivel de detalle debería hacer más fiables los resultados del nuevo estudio.
También confirma dos características más generales sobre el cambio climático. En primer lugar, los efectos nocivos del cambio climático son muy desiguales (en este caso, se prevé un aumento mucho mayor de las muertes relacionadas con la temperatura en el sur de Europa que en el norte, donde unos inviernos más suaves podrían incluso reducir el número de muertes). En segundo lugar, podemos reducir en gran medida los daños del cambio climático mediante la adaptación —haciendo cambios que aumenten nuestra resistencia a los fenómenos meteorológicos extremos—, pero estas adaptaciones tienen mucho más éxito si también limitamos la magnitud del cambio climático al que nos enfrentamos, acelerando el abandono de los combustibles fósiles como nuestra principal fuente de energía.