Olga Prieto-Ballesteros
Investigadora científica del Departamento de Planetología y Habitabilidad del CAB-INTA-CSIC
En los próximos años se van a lanzar dos misiones espaciales al sistema de Júpiter para caracterizar la habitabilidad de sus lunas heladas, en especial Europa y Ganímedes (JUICE/ESA y Europa Clipper/NASA). La información que disponemos actualmente indica que el agua líquida está presente en el interior de estos satélites principalmente formando océanos. Los autores del artículo sugieren que estructuras geológicas denominadas “crestas dobles”, extendidas por la corteza de hielo de Europa, son prueba de que los niveles líquidos someros son abundantes y accesibles en esta luna para ser detectados por las misiones futuras.
Al observar mediante radar cómo se crean crestas dobles, que no son comunes en el hielo de Groenlandia, los autores ponen de manifiesto lo valioso que es el estudio de análogos terrestres en ciencias planetarias. Salvando las distancias entre algunas condiciones físicas de los cuerpos planetarios, el estudio geofísico de las grandes masas de hielo terrestre permite modelizar y entender detalles de la dinámica de Europa y otras lunas. Instrumentos similares a los utilizados en las campañas descritas en el artículo volarán en las misiones espaciales mencionadas, por lo que el análisis previo de la señales terrestres facilitará enormemente la interpretación de los datos planetarios venideros.
Las investigaciones terrestres no solo ayudan a localizar los ambientes habitables, sino que contribuyen en gran manera al desarrollo de una estrategia eficiente para la búsqueda de señales de vida en las lunas heladas, que constituye un objetivo prioritario de los programas de las agencias espaciales en el horizonte de las próximas décadas y plantea importantes retos científicos, tecnológicos, y filosóficos.