El multilingüismo protege frente al envejecimiento acelerado, según un megaestudio en 27 países de Europa
Un equipo internacional con participación española ha analizado datos de más de 86.000 personas entre 51 y 90 años de 27 países europeos y ha concluido que el multilingüismo —el hecho de hablar habitualmente más de un idioma— se asocia con una reducción en el riesgo de sufrir un envejecimiento acelerado. Según los autores, que publican los resultados en la revista Nature Aging, “estos hallazgos podrían servir de base para políticas educativas y de salud pública destinadas a promover la resiliencia cognitiva y la capacidad funcional en poblaciones de edad avanzada”.
Jon - Multilingüismo
Jon Andoni Duñabeitia
Investigador en Ciencia Cognitiva del Lenguaje y catedrático de Psicología en la Universidad de Nebrija
Este estudio es sólido y altamente relevante porque aporta evidencia empírica convincente sobre una línea de trabajo y debate que lleva ya más de una década marcando la agenda de trabajo de muchos centros y laboratorios internacionales: hablar varias lenguas no solo influye en los procesos cognitivos, sino que su impacto trasciende también a la salud general y al proceso de envejecimiento. Los autores han utilizado un enfoque innovador que permite estimar una edad biológica a partir de múltiples factores de salud y estilo de vida, mostrando que las personas multilingües tienden a presentar perfiles de envejecimiento más saludables.
Lo más destacable de este estudio es la magnitud y el volumen de datos, con decenas de miles de participantes. La confirmación empírica de que el multilingüismo se comporta como un factor protector comparable a otros hábitos saludables es, sin duda, un resultado de impacto. Además, estos resultados deben entenderse en el contexto global real, donde el monolingüismo no es la norma humana, sino una excepción cultural reciente. En la mayoría del mundo, el uso cotidiano de varias lenguas es natural, y esta diversidad lingüística podría tener un papel aún más importante en la promoción de un envejecimiento saludable.
Un aspecto que considerar es que el estudio no demuestra causalidad directa. Es decir, estos resultados no permiten afirmar que hablar varias lenguas retrase directamente el envejecimiento, pero sí que quienes lo hacen parecen envejecer mejor. El siguiente paso natural será entender qué aspectos del uso de múltiples lenguas son los que mayor peso tienen en estos beneficios. La frecuencia de uso de cada lengua, el contexto donde se habla, la tipología lingüística, el modo y el momento de adquirirla, y otras muchas variables críticas pueden jugar papeles moduladores fundamentales. Este nivel de granularidad será clave para transformar la evidencia en políticas educativas y de salud pública que reconozcan el valor del multilingüismo como un recurso de bienestar.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
- Humanos
Amoruso et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
- Humanos