Las aves cantan más tiempo en zonas con contaminación lumínica
La contaminación lumínica está provocando que las aves canten más, prolongando sus vocalizaciones una media de 50 minutos, según un estudio publicado en Science. El trabajo, que analiza más de 580 especies de aves diurnas, muestra que las más expuestas a la luz, ya sea por tener ojos grandes o nidos abiertos, son las más afectadas por este fenómeno. Los autores analizaron más de 60 millones de vocalizaciones procedentes del proyecto de ciencia ciudadana BirdWeather. “El algoritmo de aprendizaje automático permite analizar grabaciones de audio las 24 horas del día los siete días de la semana lo que, de otro modo, llevaría toda una vida escuchar”, señala Breant Pease, uno de los autores.
Mapa de ubicaciones globales de BirdWeather. Crédito: Universidad del Sur de Illinois Carbondale.
Graciela Gómez - contaminación lumínica aves
Graciela Gómez Nicola
Profesora titular del departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución (Zoología) de la Universidad Complutense de Madrid
En comparación con otros tipos de contaminación, como la acústica o la química, la contaminación lumínica es particularmente dañina para los animales porque altera sus ritmos biológicos. Casi la cuarta parte de la superficie de la Tierra está afectada por este tipo de contaminación; sin embargo, los estudios científicos sobre sus efectos en la fauna son relativamente recientes. Pease y Gilbert presentan un estudio muy riguroso que supone un avance significativo en la comprensión de cómo afecta el exceso de luz artificial durante la noche al comportamiento vocal de las aves a nivel global. El uso de tecnologías emergentes como sensores acústicos y algoritmos de aprendizaje automático, unido a la colaboración de voluntarios en la obtención de la información, han permitido recopilar un volumen de datos sin precedentes, alrededor de 60 millones de detecciones de 583 especies de aves diurnas en más de 7.800 localizaciones a nivel mundial.
El análisis de esta robusta base de datos ha demostrado que este tipo de contaminación prolonga, en promedio, los cantos de las aves en casi una hora, especialmente por la noche. Además, el efecto es más acusado en especies con ojos más grandes, nidos más abiertos o hábitos migratorios, así como en época de reproducción. Sin duda son hallazgos muy llamativos y novedosos, pero también dejan muchas preguntas por resolver, por ejemplo, qué consecuencias positivas, negativas o neutras tienen estos cambios en la capacidad de las especies para sobrevivir y reproducirse en sus ambientes respectivos.
Kristal Cain - contaminación lumínica aves
Kristal Cain
Profesora asociada de la facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda)
En los últimos años, ha habido un enorme interés y preocupación por cómo la cantidad de luz que emitimos los seres humanos está afectando al mundo que nos rodea. El problema ha sido que es difícil realizar los estudios a gran escala que se necesitan para comprender qué animales se ven más afectados y por qué.
Este artículo utiliza los datos sobre el canto de los pájaros recopilados por miles de voluntarios y medidos cuando los pájaros comienzan a cantar por la mañana y cuando dejan de hacerlo por la noche. Se ha descubierto que, en las zonas más luminosas, los pájaros empiezan a cantar más temprano y continúan hasta más tarde por la noche que en las zonas oscuras. Es importante destacar que la mayor parte del canto de los pájaros se ha recopilado en Norteamérica y Europa. Todavía tenemos que realizar un trabajo similar en el resto del mundo para ver hasta qué punto se extienden estos patrones. Y, lo que es más importante, necesitamos saber cómo afecta esto a la supervivencia y la reproducción de los pájaros.
Algunas pruebas indican que el exceso de luz estresa a las aves y las hace más vulnerables a las infecciones y las enfermedades, pero la falta de sueño también podría significar que tienen más crías o que estas son más sanas. Es importante destacar que toda esta luz artificial tampoco es buena para nosotros. Por lo tanto, es bueno para todos limitar la luz por la noche a solo cuando es necesaria.
Hay muchas pequeñas acciones que podemos hacer como individuos y como comunidades para reducir la cantidad de luz a la que están expuestos los animales por la noche. Por ejemplo, cerrar las cortinas puede hacer maravillas, asegurarse de que las luces solo estén encendidas cuando sea necesario y que no sean más brillantes de lo necesario. Las comunidades pueden colocar protectores en las farolas para que no derramen luz por todas partes, utilizar colores de luz más cálidos y plantar árboles para contener parte de la luz. Consulte esta página web para obtener más información sobre otras medidas que se pueden tomar.
Conflictos de interés: “No hay conflicto, pero también he realizado investigaciones sobre la luz nocturna”.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
Brent S. Pease et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares