Nicolás López-Jiménez
Miembro de la Unidad Sociedad y Territorio y delegado de SEO/BirdLife en Asturias
Se trata de un artículo muy acertado que pone de relevancia, por fin, el valor intrínseco de los servicios ecosistémicos que nos prestan las aves. Pero esta vez, y esto es lo más interesante, en el contexto de la biología de la conservación. La extinción de especies es de por sí un fenómeno natural, pero es también una consecuencia de las actividades humanas y, en este último caso, cuando desaparecen las aves como elementos de los ecosistemas donde habitan, podrían desaparecer o resentirse algunas de las funciones de esos ecosistemas, dando lugar a una disfunción o alteración en el ecosistema, o bien a que se produzca una sustitución de las especies desaparecidas por otras más generalistas que puedan cumplir su rol.
Desgraciadamente, y tal como se muestra en el estudio científico, en el caso de las islas el grado de especialización de muchas especies es tan alto y la interdependencia de algunas de ellas con otras es tal que la evolución ha hecho que sean compañeras de camino. En el entorno insular este camino es tan estrecho que este rol funcional se presta menos a que se den sustituciones a corto plazo de especies generalistas por aquellas que han desaparecido recientemente, con lo que el fenómeno de la extinción de aves insulares provoca que los ecosistemas donde habiten o elementos de estos se resientan mucho más, tal y como relatan los investigadores.
Este tipo de publicaciones y los datos que aportan deberían ser tenidos en cuenta a la hora de confeccionar los catálogos de protección de especies, de manera que uno de los criterios para la conservación de una especie y su inclusión en una u otra categoría de amenaza se basara en su papel funcional dentro de un ecosistema y, más aún, en el valor de los servicios ecosistémicos que proporciona y de las consecuencias negativas que derivarían de la pérdida de las funciones asociadas a ese rol que desarrolla en el ecosistema donde habita.
Estas pérdidas de funcionalidad derivadas de la extinción de especies de aves que cumplen un papel fundamental como controladoras de plagas, polinizadoras, dispersoras de semillas, etc., no solo podrían acarrear consecuencias fatales en algunos ecosistemas, todavía no muy bien estudiadas, sino también graves repercusiones socioeconómicas para los humanos.